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Críticas de cine

Al descubierto: el triunfo del empoderamiento

María Schrader deja al espectador sin aliento en una producción trepidante que apuesta por convertirse en el drama periodístico del año.

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5/5

‘Al descubierto’ (She said, 2022) es la nueva película de género periodístico estrenada por Universal el pasado 28 de diciembre. Dirigida por la actriz y realizadora alemana Maria Schrader, bien conocida por la serie de NetflixUnorthodox“. Adaptación del libro ‘She Said’ escrito por Rebecca Lenkiewicz. Producida por Brad Pitt, Dede Gardner y Jeremy Kleiner para Plan B. Protagonizada en sus principales papeles por las actrices Carey Mulligan y Zoe Kazan. 

Tráiler y sinopsis de Al descubierto

TRÁILER DE AL DESCUBIERTO / UNIVERSAL PICTURES

La cinta recoge la trama alrededor del reportaje de investigación que realizaron las periodistas del New York Times, Jodi Kantor y Megan Twohey. Estas dos mujeres investigaron los abusos sexuales cometidos impunemente, durante varias décadas, por el conocido magnate de la productora cinematográfica Miramax, Harvey Weinstein, hacia más de 80 mujeres profesionales y actrices que habían mantenido silencio a través de coacciones y acuerdos intimidatorios. Su publicación provocó el proceso judicial que condenó a Weinstein, desvelando una compleja trama de protección y “ley de silencio” proporcionado por el sistema de Hollywood para ocultar los perfiles de personajes corruptos y poderosos, y encendió la mecha desencadenante del movimiento MeToo. 

Crítica de Al descubierto

La última cinta de la realizadora María Schrader rebosa buenas palpitaciones y empowerment por los cuatro costados. El empoderamiento femenino adquiere, a través de este nuevo trabajo – que recoge el testigo de la mejor tradición periodística y cinematográfica de “Todos los hombres del Presidente” de Alan J. Pakula – una dimensión superior, más acorde con los tiempos actuales y en línea con las justas reivindicaciones que ha planteado en los últimos años el movimiento MeeToo.

Todo en la trama se articula hacia la consecución de este objetivo último. Para ello contribuye de forma especial, la extraordinaria complicidad entre las dos actrices protagonistas – pletóricas y extraordinarias las interpretaciones de Carey Mulligan y Zoe Kazan, merecedoras de nominación a los Oscar – que se ponen en la piel de las reporteras, dos personajes de personalidades  diferentes y hasta cierto punto antagónicas, que son capaces de aunar todos sus esfuerzos y sortear todo tipo de dificultades en aras de ese objetivo superior. En paralelo, un elenco de secundarios completan el dream team ( los experimentados redactores jefe, el insobornable editor del periódico… ) en un alarde de diversity profesional, que soporta todo tipo de presiones mediáticas, para apoyar en todo momento a nuestras protagonistas.

El edificio del New York Times, con sus paredes de cristales transparentes por los que penetra la luz que debe iluminar la búsqueda infatigable de la verdad, nos devuelve a la creencia en la capacidad de lucha del ser humano, la perseverancia del trabajo en equipo, al poder auténtico de ese periodismo fundacional que está en la base del derecho fundamental a la libertad de expresión con todas sus letras. 

La fuerza de la no violencia

Pero si algo hemos de destacar en esta producción es la capacidad de sugerencia de las imágenes no mostradas. En línea con los grandes realizadores de mediados del siglo XX, María Schrader no hace ni una sola recreación explícita de la violencia como hubiera sido lo previsible en un filme de estas características. Al contrario, todo queda en manos de la fuerza de lo que no se muestra, el poder abrasador y apabullante de la sugerencia, las miradas perdidas de las víctimas del maltrato, sus voces entrecortadas, sus vidas destrozadas para siempre apenas iniciado el camino. Y para eso, también se acompaña de la mejor técnica. Resulta más que brillante la escena donde se superponen los diferentes pasillos de hotel de lujo, con las habitaciones cerradas a ambos lados, escenarios que han ocultado el horror de las vejaciones, el silencio de las víctimas durante largos años.

El resultado es demoledor. El espectador queda sumido en la angustia, dominado por la rabia hacia esa injusticia oculta durante tanto tiempo. Ese regusto amargo a impotencia, del que la directora pretende concienciarnos, ya no nos va abandonar durante toda la proyección. 

Si hubiera que poner alguna pega, quizá sería el hecho de que todo lo que rodea a las reporteras es un entorno bastante idealizado, sospechosamente idílico. No sólo en el entorno laboral sino también la comprensión y la colaboración mostrada en todo momento por sus parejas y respectivos círculos familiares, a pesar de los contratiempos (embarazos, noches prolongadas de insomnio, amenazas veladas). Pero puede que esto sea un efecto meditado más por parte de la realizadora germana, la aspiración irrenunciable del auténtico feminismo de combate, igualitario para ambos géneros, que cada vez debe cobrar más fuerza. 

Conclusión

Resumiendo, una producción soberbia. Una extraordinaria dirección de actores. Y un alarde de know-how y buena técnica. Todo se confabula en esta obra maestra que recupera los dramas clásicos sobre el buen periodismo de investigación y que debería aspirar a ser una de las grandes candidatas para recoger una buena cosecha de premios a lo largo de esta temporada cinematográfica.

Estudiante de segundo Curso de Comunicación + Nuevos Medios y Publicidad Creativa en la UCJC. Siento auténtica pasión por lo cinematográfico, el mundo de la interpretación y la danza.

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