Críticas de cine
Crítica de Annette, de Leos Carax
Ya con su primera película, Leos Carax nos dejó claro que no intentaba hacer nada parecido a lo ya existente. Su nueva película es, de nuevo, un claro ejemplo de ello.
Annette, la más reciente película de Leos Carax, se estrenó en cines hace ya unas semanas y parece que ha pasado bastante desapercibida. Eso sí, a pesar de las diversas opiniones tanto del público de a pie como de los críticos profesionales, es un factor importante el hecho de que la obra no ha dejado indiferente a nadie, para bien o para mal.
Un director diferente
Influenciado por Jean-Luc Gordard, Carax es conocido por su estilo poético y el tono asfixiante del amor en sus películas. Ya con su primera película en 1984 Chico conoce Chica nos dejó claro que no intentaba hacer nada parecido a lo ya existente. Su nueva película es, de nuevo, un claro ejemplo de ello.
Annette, protagonizada por Adam Driver y Marion Cotillard, nos cuenta la historia de amor entre un comediante y una cantante de ópera. Ambos se encuentran en lo más alto de sus carreras profesionales y la noticia de su romance es algo muy chocante para los fans de ambas celebridades. Lo que ocurre es que todo lo que en un principio puede parecer romántico se va deteriorando poco a poco.
Una historia interesante
El argumento de la película es sencillo. No tiene ningún elemento negativo en cuanto a guión, tiene un buen desarrollo y su ritmo está conseguido, bastante bien repartido. Lo más destacable es el personaje de Adam Driver, que desarrolla una evolución muy interesante, cuyos efectos en los demás personajes desencadenan todos los eventos en la trama.
La fama de Annette
Si la película ha tenido buenas o malas críticas, no se debe a su historia, la cual podemos encontrar en numerosos filmes, sino que se debe a la manera en la que se ha rodado. A partir de ahora nos olvidamos del “qué” y nos centramos en el “cómo”.
Por la forma en la que está hecha, esta es sin duda una de las películas más extravagantes del siglo. Desde momentos en los que se rompe la cuarta pared hasta el hecho de que Annette, la hija de ambos protagonistas, no esté interpretada por una actriz, sino que sea un animatronic. Desde luego que estas cosas son características que pocas películas poseen. Pero, la cosa no acaba aquí. La obra es una mezcla muy rara, un drama romántico, con tintes de thriller, pero es que además es un musical. La mezcla es impensable, a nadie se le ocurriría, pero el resultado es sorprendente.
¿Cuál es la finalidad de Annette?
Al igual que la mayoría de cosas de la película, todo está vagamente representado. No se puede analizar con seguridad qué es lo que nos quieren mostrar. Podemos ver representados temas como la caída de las grandes estrellas, la explotación infantil o los crímenes retorcidos. Quizá la extravagancia de la película se deba a que el director desea profundamente crear un producto distinto a todo lo que conocemos, salirse de todas las corrientes cinematográficas y presentar algo nunca antes visto, o puede ser que sea un pedante artista que quiere que admiremos su obra independiente. Ya que podemos decantarnos por una de las dos opciones, prefiero decantarme por la primera.
Este film no es una joya del séptimo arte, los espectadores no hemos sido capaces de sentirnos cómodos viéndola. Pero cabe una posibilidad de que la obra sea algo avanzado a su tiempo, quizá se trata de un futuro clásico incomprendido en su día.
