‘Avatar: El sentido del agua’: Mucho más que un blockbuster

El 16 de diciembre llegó a las salas el gran megatón audiovisual del año: Avatar: el sentido del agua. Tras más de diez años de espera, James Cameron continúa el espectáculo cinematográfico que comenzó allá por 2009. Una obra que se ha hecho esperar pero que, sin lugar a dudas, supera con creces cualquier expectativa que pudiéramos tener hacia ella. Y es que ya te adelantamos que, al menos para nosotros, se trata de una de las mejores películas de 2022 y, muy probablemente, de los últimos años.

Tráiler y sinopsis de Avatar: El sentido del agua

Ambientada más de una década después de los acontecimientos de la primera película, Avatar: El Sentido del Agua comienza a contar la historia de la familia Sully (Jake, Neytiri y sus hijos), los problemas que les persiguen, los esfuerzos que hacen para mantenerse a salvo, las batallas que libran para seguir vivos y las tragedias que sufren.

Crítica de Avatar: El sentido del agua

Hace más de una década que James Cameron sacudió la industria audiovisual con Avatar, una película que nos sumergía de lleno en una ambientación abrumadora con la que demostraba el potencial de una industria que en aquel momento estaba lejos de ser lo que es en la actualidad. Tras su estreno en cines (convirtiéndose entonces en la película más taquillera de la historia), la que prometía ser una de las nuevas sagas cinematográficas más importantes se ganó casi al instante una gran legión de fans que defendían el film a capa y espada.

Por otro lado, también hubo quien no logró ver mucho más en ella que un blockbuster pretencioso. Eso sí, personalmente soy de los que piensan que desprestigiar la Avatar de 2009 refiriéndose a ella como una nueva versión de Pocahontas demuestra la gran carencia de criterio cinematográfico de más de un espectador. Y es que lo que James Cameron nos ofrece con esta franquicia va mucho más allá de un guion que, como otras muchas obras, se basa en El viaje del héroe.

Era difícil superar el impacto que causó aquella producción, por lo que cuando se anunció la llegada de su secuela los fans de la primera entrega la esperábamos con gran expectación pero, al mismo tiempo, con cierto escepticismo.

Menos épica pero más profunda

A mis ojos , ‘Avatar: el sentido del agua’ nos ofrece un argumento menos inspirado -y en ocasiones más confuso- que su entrega anterior. Creo que pese a contar con un tercer acto repleto de momentos de acción deslumbrantes, en esta ocasión James Cameron ha preferido contarnos una historia menos abrumadora centrándose más en los personajes y, sobre todo, en mostrarnos un lado de Pandora que hasta el momento no habíamos explorado.

Los nuevos elementos, lugares y fauna del planeta logran crear en el espectador una fuerte conexión con la película haciendo que, pese contar con un metraje que supera las tres horas (y que en ocasiones puede antojársenos algo excesivo), no queramos abandonar este lugar por nada en el mundo.

‘Avatar: el sentido del agua’ cambia las escenas más épicas y trepidantes de su primera entrega por momentos realmente emocionales que conseguirán arrancarnos más de una lágrima a lo largo del metraje. En lo personal diría que a la franquicia le viene de perlas tomarse una pausa de tanto frenetismo para sumergirnos aun más en su universo y en los personajes. De este modo se logra, como digo, un gran vínculo con este mundo y sus personajes.

Un nuevo golpe sobre la mesa

Sumergiéndonos en el campo audiovisual, sobre decir que ‘Avatar: el sentido del agua’ vuelve a dar un golpe rotundo sobre la mesa sobrepasando los límites de lo imaginable en su apartado técnico. Y es que, tal y como ocurrió en 2009, James Cameron nos demuestra que está muy por encima de los blockbusters modernos de grandes compañías con un planteamiento audiovisual que nos quitará el aliento.

Si hablamos de la banda de la sonora de ‘Avatar: el sentido del agua’, la cinta se mantiene fiel a las increíbles composiciones que el ya fallecido compositor James Horner (habitual de Cameron) nos brindó en su primera entrega, con tímidas variaciones atribuidas a Simon Franglen pero que, en su grosso modo, sigue siendo la misma que en la Avatar de 2009.

En definitiva…

No muchas secuelas pueden ofrecernos una propuesta que sorprenda casi tanto o más que su antecesora. En este sentido, ‘Avatar: el sentido del agua’ logra sumergirnos todavía más en un mundo del que no queremos regresar, haciendo que nos sintamos uno más en él y empatizando con cada uno de sus protagonistas desde los primeros minutos de metraje.

Sin lugar a dudas nos encontramos con la que para muchos será la mejor película del año. Una propuesta que sí o sí hay que disfrutar en una buena sala de cine, dejándonos llevar por lo que Cameron nos ofrece, sintiendo y emocionándonos como si fuéramos uno más de sus personajes. Chicos, id a ver ‘Avatar: el sentido del agua’. Si disfrutasteis la primera entrega, os garantizo que no os vais a arrepentir.