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Críticas de cine

Brian and Charles: una descacharrante y entrañable comedia sobre la amistad

Coge el estilo de falso de documental de Lo que hacemos en las sombras y llévalo al norte de Gales

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4/5

El Festival de Sitges 2022 nos trae Brian and Charles, un semi documental sobre un robot donde las risas están aseguradas (y no serán enlatadas). En Soydecine queremos traerte nuestras impresiones de esta divertida historia rural británica sobre un inventor y su amigo de hojalata.

Tráiler y sinopsis de Brian and Charles

trailer de brian and charles | FOCUS FEATURES

Después de un invierno especialmente duro, Brian entra en una profunda depresión; completamente aislado y sin nadie con quien hablar, Brian hace lo que cualquier persona cuerda haría al enfrentarse a una situación tan melancólica. Construye un robot.

Crítica de Brian and Charles

El solitario inventor Charles nos da la bienvenida a su hogar, mirando a cámara. Explicando con todo lujo de detalles todos los recovecos de su hogar (“¿Alguien quiere mantequilla?”). Entrañable y cuarentón, a Charles parece bastarle todo en su vida con sus inventos y cachivaches.

Un día, como una revelación tras un paseo por la montaña, observa una pequeña oveja que aguarda en medio de un sendero esperando a su madre. Su deseo más humano se despierta dando lugar a la resolución más evidente: construir un robot. No sin antes mirar a cámara.

En una comedia surrealista como esta, la absurdez se convierte en la invitada principal de la fiesta. Resultando el simpático robot Charles un roba escenas que consiguió soltar una carcajada tras otra en la sesión matinal del jueves. Nunca la palabra Honolulú dio tanto juego.

La relación que se crea entre ambos se construye a base de gags continuados. Alternando entre ellos el estilo de falso documental mencionado con el formato cine convencional. Aunque hechas las presentaciones, acaba imponiéndose el último estilo. Elección que, a mi parecer, podrían haber aguantado más. Dándonos Charles pequeñas conversaciones con ese operador de cámara (que en realidad no esta ahí), elevando su tono gamberro hasta el aplauso.

Dr. Frankenstein y su monstruo

Los dos actores protagonistas firman un guion en el que se ven como pez en el agua, con unos chistes que funcionan en todo momento. No siendo la norma en comedias de este tipo donde a veces, acertar con la risa tras una avalancha de chascarrillos parece fruto de la casualidad. Aquí se respira conexión entre ambos por unas líneas escritas al detalle.

Al margen del modo de narrar las peripecias de estos dos personajes, la relación que se crea entre Brian y Charles no se olvida de construir un pequeño corazón en su interior.

Tras los gags comprendemos que la trama principal es menos solvente. Reluciendo así una historia más completa por sus golpes de efecto que por tener de la necesidad de llegar a un sitio concreto. Podría haber visto tres horas de las peripecias de ambos o escuchar al robot Charles: “Estoy durmiendo” una y otra vez mientras está tumbado en la cama.

No es un problema en sí. De hecho, los guionistas, conocedores de la bomba que supone juntar a dos personajes tan dispares (su corto era premonitorio) rellenan los huecos con subramas menos interesantes. Donde quizás, no hacia falta introducir a ese amor de vecindario de Brian o al matón que pone en peligro por momentos la vida de Charles.

Quiero más

VIDEOCRITICA BRIAN Y CHARLES | CANAL DE SOYDECINE.COM

Por mi parte, solo puedo pedir que las aventuras de Brian y Charles no acaben. Estaría dispuesto a ver una serie con su nombre mientras el robot baila de felicidad porque va a cenar coles. Y es que da igual que el contacto sea humano o con una lavadora. Al final, siempre buscaremos una conexión emocional con alguien que nos ayude a conocernos mejor.

Muchas pelis y libros pendientes de leer. Puedes escucharme en el podcast de Puro Vicio y en el de Soydecine.com.