Connect with us

Series

‘Bronca’ (Beef): la serie de A24 para Netflix

Destino final: venganza

Publicado hace

en

bronca-serie-netflix-critica

Ojo por ojo, diente por diente es el eje central que sostiene a Bronca (Beef), la nueva producción de Netflix y el estudio de moda A24, que retrata, con una clave de humor grotesco, las miserias del ser humano y cómo este es capaz de lo peor. El guionista y cineasta coreano Lee Sung Jin (Castigo Mortal) nos reitera a lo largo de los diez episodios que cuando la furia se acumula, el más mínimo incidente, por absurdo que sea, es combustible para el fuego: arde Troya.

El término Beef se popularizó en el slang del hip hop para hacer alusión a controversias, enfrentamientos entre artistas. Ahora ya se capitalizó un uso más general para referirse a cualquier tipo de disputa y, ¡voilà! De ahí el nombre que corona a una de las producciones más populares e, incluso, me atrevería a decir que peculiares del año.

Destino final: venganza

Tráiler de bronca | netflix

Danny, interpretado por Steven Yeun, a quien tenemos más que ubicado por The Walking Dead, se dirige enfadado hacia su coche, pues no pudo devolver un producto en el supermercado, ya que no encontraba su recibo de compra y, como a muchos, esas burocracias nos ponen de malas. Acto seguido, entra en el coche, arranca y casi choca con otro auto blanco, conducido por Amy, interpretada por la comediante Ali Wong (Always Be My Baby).

Inicia la guerra de bocinazos y una persecución por los suburbios de Los Ángeles, desencadenada por un controvertido corte de manga que Amy le hace a Danny. Ahí, la serie pisa el acelerador en una carrera marcada por la venganza y decisiones desmesuradas; pero, sobre todo, la producción busca transmitir un hartazgo generalizado de la sociedad, el cual pone en boca de los protagonistas.

Miserias para todos

Beef refleja también la lucha de clases sociales que nos recuerda, aunque guardando las distancias, a la película Parásitos e incluso a la serie The White Lotus. Hay miserias para todos, pobres y ricos. Unos con dinero y el alma vacía y viceversa. La serie desmenuza muy bien la personalidad y el contexto de los protagonistas, impecables en sus papeles.

En el caso de Danny, este es un contratista que lleva todo el peso de su familia. Quiere comprar una casa para sus padres y, a su vez, tiene que lidiar con un primo convicto y un hermano parásito (Young Mazino), adicto a los videojuegos y que quiere hacerse rico a través de las criptomonedas. Un guiño, de hecho, a esta moda que, a un clic, ha dejado con los bolsillos vacíos a más de uno por querer hacerse el guay y dejar de trabajar antes de tiempo.

Por su parte, Amy es una empresaria casada con un hombre rico del mundo del arte (Joshep Lee), con quien tiene una hija entrañable. Sin embargo, la mujer arrastra traumas de la infancia y está asfixiada en dos sentidos. El primero tiene que ver con su marido, quien le aburre soberanamente y ¡fíense de las aguas mansas porque todos tienen fantasmas! El otro alude al dinero, pues trata de vender su negocio a la empresaria millonaria Jordan (María Bello) para tener un respiro en su vida.

La protagonista ahoga sus penas con algún ligue— no voy a spoilear más— mientras que Danny se refugia en comer con ansiedad sándwiches de Burger King (cliché, pero la comida rápida da felicidad) y en una Iglesia Gospel. Estos giros de relleno no terminan de encajar en esta historia de amor apache.

Un desahogo grupal

No obstante, Bronca entretiene, sobre todo en los capítulos finales que agarran fuerza e incluyen escenas con un toque tarantinesco que provoca risa y reafirma que, en este caso, lo absurdo funciona. Logra aterrizar bien la razón por la que Amy y Danny actúan de una manera irracional y son la guinda del pastel que cada uno necesitaba para desahogarse, sacar los demonios y poner el grito en el cielo. Porque la producción es, precisamente, un desahogo para todos.

Periodista y PR. Para mí las mejores sesiones de terapia son el cine y las series. Me gusta comentarlas y darles mi receta en soydecine.com. Alma dividida entre México y España.

Tendencias