Cielo rojo sangre: el cielo del drama vampírico

Montas en un avión. Todo va bien. Hasta que un grupo de terroristas incapacita al piloto y te cuenta a ti y al resto de pasajeros que la situación está complicada. Pero a la vez, en ese mismo avión, hay una vampira que trata de no revelar su identidad, ya que su deseo es ser humana. Pero sí, va a tener que hacer todo lo posible para salvarte a ti y al resto de pasajeros. Sin embargo no va a ser fácil, ya que el grupo de terroristas no se va a amedrentar con cualquier cosa.

Ese es el argumento de Cielo rojo sangre, y desde luego, como argumento, es bueno. Una película alemana que se estrena el 23 de Julio en Netflix. ¿Acompañan el resto de elementos cinematográficos a una historia tan llena de elementos interesantes?

Guion con una gran idea

El libreto está firmado por Stephan Holtz y Peter Thorwarth. Este segundo está también a cargo de la dirección. Sin duda los elementos que ponen encima de la mesa son interesantes. En el prólogo nos muestran cómo un avión aterriza mientras un equipo antiterrorista trata de descubrir qué es lo que pasa. Descubren que el avión tiene explosivos y no se fían del único pasajero con el que pueden hablar. Pero también baja del avión un niño, al que llevan al hospital. Es a través de sus ojos las manera en la que descubrimos lo que ha pasado.

Con este punto de partida ya nos mantienen atentos. La historia principal tiene como protagonista a una mujer que parece enferma, por lo que es fácil empatizar: el dolor siempre hace que nos acerquemos entre nosotros. Pero poco a poco, sin explicitar nada, vamos viendo detalles: solo puede salir de noche, tiene que medicarse, le molesta la luz directa… A nada que conozcas la leyenda de los vampiros, todo va cobrando sentido. Aunque, algo curioso, es que la protagonista se refleja en los espejos, pero es que esto es muy importante para el tema central del film.

Cielo Rojo sangre o el drama de ser un vampiro

A veces, una leyenda nos crea una imagen de un personaje que puede ser divertida y entretenida, pero es fácil olvidar el drama que hay detrás de esto. Un hombre lobo es interesante de ver, pero cuando deja de ser lobo y vuelve a ser humano, tiene que vivir con lo que hizo la noche anterior. Lo mismo pasa con los vampiros, y esta película explora ese tema a la perfección. Por eso creo que es relevante que en esta ficción ella pueda verse reflejada en los espejos, ya que cuando tiene que despertar a su mal interior, le toca enfrentarse a su verdadera naturaleza, lo cual también la deja al descubierto ante su hijo, que es todo por lo que lucha.

Es muy importante el trabajo de Peri Baumeister en este punto. No es fácil mostrarse vulnerable en la primera parte del film y después desatarse hasta el punto de dar miedo. Pero a ella le funciona a las mil maravillas. En la presentación de los personajes sentimos lástima por ella: solo quiere cambiar y para ello tiene que luchar muy fuerte, y dejarle demasiada responsabilidad a su hijo, cosa que le duele. Son sentimientos fáciles de reconocer a pesar de estar dentro de una ficción tan fuerte. Y eso se agradece.

Flashback sobre Flashback

Cielo rojo sangre dura dos horas, y solo hay un elemento que le hace perder ritmo, y es que estando ya dentro de un flashback a través de los ojos del hijo de la protagonista, también los tendremos cuando el film se centra en los ojos de la vampira. ¿Es necesario para conocer el pasado de la protagonista? Sí, necesitamos conocer el origen de sus males, pero tampoco era necesario pararse tanto en ello. La acción principal es lo suficientemente interesante como para aguantar todo el film, y estos parones cortan el suspense. He echado de menos que esta información se conozca de manera más frenética y no con secuencias largas y explicativas.

Además, nos dan la información en varios momentos de recuerdos, cuando el modo en el que se convierte en lo que es no es nada que no hayamos visto antes. El único momento realmente interesante es cómo ella se enfrenta a esa vida de madre soltera con su nuevo hándicap, y cómo vuelve a buscar a su creador para solucionar su nueva condición que tanto desprecia. Hay un dialogo interesante en ese momento que sí que merece el espacio que se le da.

En Cielo rojo sangre encontramos a un grupo de antagonistas muy solvente

No sólo la trama más fantástica interesa en Cielo rojo sangre, sino que el grupo de terroristas cumple con nota. Los motivos de su secuestro van variando, y desde luego las teorías que van fraguando los pasajeros son interesantes. El tema económico es interesante, mencionando sucesos como el 11-S. También haber forzado que hubiese algunos musulmanes en el vuelo para hacerles culpables. Todo es interesante. Se queda en tierra de nadie, ya que cuando entra el tema fantástico se queda en nada, pero plantar la semilla es algo que se agradece.

Cuando vi a Dominic Purcell me sorprendí mucho, ya que me vino algún que otro flash de la época de Prison Break. Pero sin duda el personaje de este grupo de terroristas que más destaca desde el inicio es el interpretado por Alexander Scheer. Un psicópata que desde el inicio del film es demasiado violento incluso para sus compañeros de atentado terrorista. Pero no son solo sus acciones lo que dan miedo. Sus expresiones, su mirada perdida… El trabajo del actor acompaña perfectamente el oscuro personaje que han escrito para él. Su evolución es sin duda espectacular, y es probablemente el personaje más memorable de la cinta.

Una realización que deja paso a la historia

La película visualmente es correcta. Yoshi Heimrath tiene presente que lo importante es que podamos dejarnos llevar por los acontecimientos. Si que es cierto que hay planos de dron grabados en Escocia, y este tipo de detalles que le dan un aspecto diferente, como las montañas que vemos al fondo del aeropuerto en el que ocurren tanto el prólogo como el epílogo. Pero en general, lo visual, igual que la música, pasan desapercibidos.

Algo relevante en una película de estas características es sin duda el gore, y Cielo rojo sangre lo tiene. Tal vez los más acostumbrados a este género y a que la violencia sea muy explicita echen de menos algo más, pero desde luego la tiene. Los vampiros están siempre ensangrentados, y las acciones que llevan a cabo no son contenidas. Incluso los terroristas pierden los papeles en algún momento muy explícito, que he de decir, hizo que me llevase las manos a la cabeza.

Un final satisfactorio

El recorrido es a ratos largo por las interrupciones de algunos flashbacks, pero el drama de los protagonistas funciona. El último acto es sin duda el colofón que necesitamos. Nosotros sabemos quién dice la verdad, sabemos que el final puede ser muy trágico si no se confía en los personajes con los que llevamos dos horas. Además, emocionalmente, está claro la reflexión que se pone encima de la mesa y es muy interesante. Con el último plano aéreo que se aleja de la conclusión nos damos por satisfechos, y eso no es tan fácil de conseguir.

Algo que me rondó por la cabeza tras el visionado, es que con esos últimos planos y conclusión se deja una sensación en el aire: todo podría haber pasado en nuestra realidad y no nos habríamos enterado. Todo ocurre en un avión y lo ocurrido es muy fácil de ocultar a la población. Lo que ocurre en el Cielo rojo sangre, se queda por encima de las nubes. Aunque es cierto que los sentimientos son sin duda muy cercanos a nosotros.