Demonios de barro, animación emotiva y con alma

La película de animación Demonios de barro, que es una coproducción hispano-franco-portuguesa, llegará a nuestros cines en Octubre.

Una historia cercana y emotiva

Demonios de barro nos cuenta la historia de Rosa, una mujer que en la ciudad es muy valorada en su trabajo. Cuando recibe la noticia de la muerte de su abuelo, con el que tenía un vínculo muy especial en el pasado, va de viaje a la casa que su abuelo le deja en herencia. Una vez allí, se encuentra con una casa prácticamente en ruinas, que decidirá acondicionar para poder venderla. Unos demonios de barro esculpidos por el abuelo cobran vida para ayudarla en las relaciones con la gente del pueblo.

Con esta historia, la película juega con las emociones de una situación como la que se plantea, sin miedo a dejarse llevar por la poética que rezuma por todos los costados de la historia. Es fácil empatizar con Rosa, ya que entendemos la presión laboral que hoy en día nos persigue a todos lados. Nos recuerda que las cosas importantes están ahí, son efímeras y debemos cuidarlas. Una idea que todos conocemos, sabemos, nos la repetimos, pero que es muy difícil aplicársela en el cansancio de la rutina, que la película muestra muy bien.

El contraste entre la vida de la ciudad y la del pueblo está también muy bien plasmada, llegando a crear escenas para el recuerdo. El film se centra en hacernos ver la valía que tienen aún esas zonas que en muchos casos están olvidadas, la riqueza de la vida que allí se promueve, y la importancia de cuidar la naturaleza para absolutamente todas las cosas.

Un trabajo de animación con un gran equipo detrás

La dirección de Demonios de barro la firma Nuno Beato, que ya nos trajo Mi vida en tus manos. Una de las claves de la película es su contraste entre dos tipos de animaciones diferentes: el 2D tradicional para mostrarnos la rutina de la vida de Rosa, y el stop motion para enseñarnos esa vida rural a la que se enfrenta al llegar a la propiedad de su abuelo. La parte del stop motion está inspirada en la cerámica tradicional portuguesa, y detalles como este hacen que la película cobre dimensión: todos los detalles cuentan.

El film se ha realizado a lo largo de 4 años en ciudades como Lisboa, A Coruña, Bilbao y Burdeos. Para llevarse a cabo ha tenido un presupuesto de 3 millones de euros, y lleva el sello de Basque Films. Todo para defender una historia introspectiva, que pone toda la pasión para manifestar a la perfección unos sentimientos, más que una historia.

Demonios de barro combina muchos géneros en uno

Desde luego, Demonios de barro es una película de animación enfocada a un publico más adulto. Los problemas que se plantean nos serán cercanos a nosotros, y las teclas de la emoción vienen también de haber tenido ciertas experiencias. La perdida está presente continuamente, y el gran peso de las palabras que escuchamos en off que hacen alusión a las cartas que el abuelo le escribe a Rosa, me recuerda mucho a otra gran película de animación del año 2009: Mary and Max.

Por esta parte la película es un drama, pero también pasa por otros lugares, como por ejemplo, el terror. Los demonios de barro que aparecen mientras Rosa duerme sin duda nos regalan escenas de tensión típicas del género. Antes de que la protagonista se familiarice con lo que está pasando, la vemos asustarse con los ruidos de vivir en plena naturaleza, pero en cualquier momento pensamos que puede aparecer cualquier otra cosa. Un gran acierto, ya que esto le da dinamismo a la cinta, y hace que nos sorprenda continuamente.

También asistimos a una película de aventuras e investigación cuando Rosa descubre que hay algo que su abuelo le está intentando decir desde el más allá, y que involucra al bienestar del pueblo. Aquí entra la importancia de la naturaleza dentro de su mensaje, pero también encontramos peripecias encadenadas como en las películas de aventuras de gran ritmo. Todo un viaje en sus 80 minutos de duración.

El diseño de su entorno

Todo en la animación de Demonios de barro tiene un encanto que solo puede definirse como lleno de alma. Aunque podemos observar referencias a otras obras, lo que observamos tiene identidad propia, respira su propio estilo. Y aunque los personajes genial (el gato que acompaña a Rosa me parece genial) sin duda el diseño de los entornos me ha parecido muy atrayente: el pueblo, la casa… Todo ello tiene un toque ambiguo entre bonito y hostil, las emociones que la protagonista está sintiendo. Pero según ella va haciéndese con todo, para nosotros también cambia, se convierte en un entorno familiar y en el que no nos importaría quedarnos un poquito más. El poder de conseguir hacernos sentir lo mismo que la protagonista con el diseño de estos entornos es mágico.

Demonios de barro es una película de animación a tener en cuenta

El trabajo que hay detrás de Demonios de barro sin duda merece la pena tras ver el resultado final. Una película emotiva, divertida, diferente, con alma propia, con referencias pero que innova. Una película técnicamente interesante, que usa dos tipos de animación para hacer clara referencia a la transición emocional de su protagonista. Sin lugar a dudas, cuando se estrene en España en Octubre, será un estreno a tener en cuenta. No os la perdáis.