‘Desencantada: vuelve Giselle’, una secuela entretenida que no alcanza la magia de su predecesora

Hechizos mágicos, números musicales y una exploración de lo que sucede tras “el felices para siempre” son los compases principales de Desencantada: vuelve Giselle, la esperada secuela de Encantada (2007). La producción ya está disponible en la plataforma de Disney+.

Sinopsis de Desencantada: vuelve Giselle

Diez años después de lo ocurrido en Encantada. Desde entonces, Giselle, Robert y Morgan se han mudado de Nueva York a las afueras. Cuando Giselle comienza a cuestionarse su final ‘felices para siempre’, comienza a desear que su vida sea más parecida a un perfecto cuento de hadas. Lo que no esperaba, es que su anhelo vaya a poner patas arriba tanto su vida en el mundo real como el mágico y animado mundo de Andalasia.

Crítica de Desencantada: vuelve Giselle

Amy Adams regresa para encarnar a Giselle, la divertida princesa que cautivó los corazones de un gran número de espectadores en el año 2007. Tras años de espera e incertidumbre debido a numerosos retrasos, finalmente llegó Desencantada. En Soydecine.com ya la vimos y este es nuestro veredicto.

Un argumento a priori interesante pero deslucido en su ejecución

Desde sus primeros compases, esta producción coquetea con una mezcla entre lo clásico y lo contemporáneo. La narración tradicional de los cuentos de hadas está presente, con libro incluido, pero la trama integra nociones sobre la vida moderna y el desencanto cotidiano. Sobre esta base, el guión escrito por Brigitte Hales trata de repetir la fórmula que hizo de la primera entrega un éxito, con múltiples referencias a los clásicos de Disney y un humor autoconsciente que no duda en subvertir los tropos de los clásicos animados para lograr un efecto satírico pero, en esta ocasión, estamos ante un esfuerzo irregular que no sorprende ni divierte tanto como debería.

Se trata de un viaje genérico por temas comunes de los cuentos de hadas como el amor, la percepción de la felicidad idealizada y la lucha entre el bien y el mal que despunta en secuencias puntuales pero en gran parte es una pequeña decepción que se acerca más a los productos de sobremesa de Disney Channel que a su ingeniosa predecesora.

Amy Adams es valiosa

Si hay un aspecto que salva a Desencantada de estrellarse por completo es la impecable actuación de Amy Adams. Una vez más, ella demuestra que es una de las mejores actrices de la actualidad. Su capacidad para la comedia y los apartados musicales se aprecia de nuevo en esta secuela, con un nivel extra de diversión en las escenas donde Giselle cruza la línea entre el bien y el mal. Además, su dueto musical con Maya Rudolph es la escena mejor ejecutada de la cinta.

Dicho esto, Rudolph también hace un trabajo sólido como la villana Malvina Monroe y destaca en cada una de sus apariciones. Por otro lado, la actriz Gabriella Baldacchino entrega una interpretación solvente como Morgan pero se echa en falta algo mñas de carisma en su registro actoral y algunos miembros del reparto de Encantada como Patrick Dempsey, Idina Menzel y James Marsden están desaprovechados en esta oportunidad, con un reducido tiempo en pantalla y arcos narrativos sin mucho dinamismo.

Mucho brillo técnico para compensar la falta de magia narrativa

A nivel de puesta en escena, se aprecia un esfuerzo constante por entregar una experiencia nostálgica y llena de encanto. Tanto el diseño de producción como el vestuario presentan un nivel de atención al detalle y suntuosidad impresionante, además de hacer referencia a los clásicos de Disney y sus personajes icónicos a través de los diseños. En particular, la transformación del suburbio de Monroeville a un pueblo de cuento de hadas está plagada de guiños y homenajes que pueden reavivar la nostalgia de los espectadores.

Asimismo, la música compuesta por Alan Menken incluye temas referenciales y presenta un estilo tradicional que remite a las producciones fantásticas de antaño. Sin embargo, no está a la altura del trabajo entregado por el compositor en la cinta anterior y la únicas canciones que logran ser memorables son “Badder”, interpretada por Adams y Rudolph, y “Love Power”, interpretada por la actriz Idina Menzel.

En conclusión…

Desencantada es una secuela menor que proporciona un rato agradable de entretenimiento pero no está a la altura de su anterior entrega y mucho menos de la maravillosa caracterización de su estrella principal. Una producción para ver un domingo por la tarde.