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El club de la medianoche: sustos y lágrimas de la mano de Mike Flanagan

Por los de antes y después, por nosotros y los del más allá. Visibles o no. Aquí, pero no.

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4.5/5

Netflix estrena El club de la medianoche (The Midnight Club), la nueva serie de Mike Flanagan basada en la obra del novelista Christopher Pike que combina terror y drama en una historia protagonizada por adolescentes pero con un subtexto que llegará a cualquier espectador.

Tráiler y sinopsis de El club de la medianoche

TRÁILER DE EL CLUB DE LA MEDIANOCHE | NETFLIX

En un hogar de cuidados paliativos para jóvenes enfermos terminales, ocho pacientes que se reúnen cada medianoche para contarse historias hacen un pacto: el siguiente que muera les enviará a los demás una señal desde el más allá. Basada en una novela de 1994 de Christopher Pike y en otros escritos suyos.

Crítica de El club de la medianoche

En los últimos años Mike Flanagan se ha convertido en uno de los grandes exponentes del terror gracias a producciones como La maldición de Hill House, La maldición de Bly Manor, Misa de medianoche o Doctor Sueño, secuela de El Resplandor en la que invitaba nuevamente al espectador a alojarse en el espeluznante hotel Overlook. Y en todo este tiempo ha demostrado ser un auténtico as combinando a la perfección historias de fantasmas y terror psicológico con el drama, gracias al buen desarrollo de sus personajes y a sus diálogos, algo de lo que, por desgracia, carecen muchas de las películas de terror actuales.

En El club de la medianoche (The Midnight Club) una vez más Flanagan, junto a Leah Fong, nos ofrecen una muy buena serie dramática que brilla, sobre todo, gracias a sus personajes principales.

Nuevos amigos y viejos conocidos

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El club de la medianoche | Imagen cedida por Netflix

El reparto principal lo forman Igby Rigney, Annarah Cymone (a quien ya pudimos ver en Misa de medianoche), Ruth Codd, William Chris Sumpter, Sauriyan Sapkota, Aya Furukawa e Iman Benson. Los jóvenes intérpretes dan vida a un grupo de amigos conectados por un mismo destino: todos padecen una enfermedad terminal.

La química que existe entre ellos es tan brillante que no tardarás demasiado en empatizar con cada uno y sus motivaciones. Todos juntos ofrecen situaciones que nos harán soltar más de una lágrima durante el visionado de la serie. Además, hablamos de un reparto multicultural y muy involucrado en la representación de ciertos grupos minoritarios, algo que siempre se agradece.

A ellos le acompañan algunas caras conocidas que ya hemos podido ver en otras producciones de Mike Flanagan, aunque prefiero no indagar en esto ya que sus apariciones y personajes pueden llegar a ser auténticas sorpresas. A quien sí que me he alegrado mucho de ver es a la actriz Heather Langenkamp, conocida principalmente por su papel de Nancy en la franquicia de Pesadilla en Elm Street y que aquí vuelve al género para dar vida a la responsable del hogar de cuidados paliativos para estos jóvenes enfermos terminales.

El club de la medianoche

Cada noche, los jóvenes amigos se reúnen alrededor del fuego para contar historias de terror, tal y como ocurría en la otra adaptación de El club de la medianoche de 1991.

En cada uno de estos relatos, Flanagan nos sumerge en una nueva experiencia como espectador, con historias nuevas, personajes nuevos interpretados por los mismos jóvenes del club de la medianoche y con una estética completamente diferente a la de la historia general de la serie. Con los relatos del club de la medianoche Flanagan ahonda en otras épocas (y, en consecuencia, otros estilos visuales), así como géneros que van más allá del terror como puedan ser el de la ciencia ficción o el cine negro.

En ocasiones he notado que estos relatos superan el argumento principal de la serie que, siendo honestos (y sin entrar en la trama en sí) va perdiendo interés a lo largo de los episodios con una “desenlace” (entrecomillo porque todo apunta a una segunda temporada) que no llega a ser del todo satisfactorio. Dicho argumento, además, contiene varios giros de guion que, pese a buscar sorprender al espectador, llegan a ser bastante predecibles perdiendo por completo el posible impacto del plot twist.

Referencias constantes

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El club de la medianoche | Imagen cedida por Netflix

Una vez más, en El club de la medianoche Mike Flanagan sigue dejando bien claro su amor por la obra de Stephen King, con homenajes constantes a sus novelas e incluso la aparición de algunas de ellas en ciertas escenas.

Del mismo modo, Flanagan no esconde su amor por el cine de terror con otro tipo de referencias como menciones o posters de películas cada vez que tiene ocasión de plasmarlos en pantalla. Además, notamos cierta influencia de estas otras obras en los propios relatos antológicos de la serie, pudiendo considerarlos una carta de amor a sus cineastas favoritos.

El terror

Lo que sí que es cierto es que, tal y como ocurrió en las series posteriores de Mike Flanagan tras La maldición de Hill House, el terror convencional va dejándose de lado para centrarnos en el drama de los personajes, algo que vimos en La Maldición de Bly Manor y en Misa de medianoche.

En este caso, el terror también se abandona tras un primer episodio que cuenta con algún jumpscare efectivo pero que, tras su constante repetición, deja de serlo a lo largo de los siguientes capítulos. No obstante, seguimos avanzando en la serie por sus personajes y sus tramas más dramáticas que, ciertamente, han logrado hacerme llorar en más de una ocasión.

Del mismo modo, a través de personajes interesantísimos Flanagan y Fong vuelven a hablarnos de temas como la fe, la muerte y la familia. Temas que, siguiendo la filmografía del director, vemos que son tan recurrentes como atrapantes.

En definitiva

VIDEOCRÍTICA DE EL CLUB DE LA MEDIANOCHE | CANAL DE SOYDECINE.COM

No busques una serie de terror en El club de la medianoche. Creo que esta producción ofrece mucho más que eso. Si bien es cierto que puede pecar de ser un poco larga (aunque con muy buen ritmo) y que la trama principal protagonizada por los misterios que envuelven este hogar para enfermos terminales deja de ser interesante a lo largo de la serie, creo que hablamos de un producto más que destacable que está al nivel de las otras obras de Flanagan.

Los personajes y las historias de El club de la medianoche han conseguido atraparme desde el primer momento. Nuevamente, gracias a esto y a una estética tan cuidada como en el resto de sus obras, Mike Flanagan demuestra que sigue en plena forma y que puede seguir ofreciéndonos producciones tan interesantes como esta.

Por los de antes y después, por nosotros y los del más allá. Visibles o no. Aquí, pero no.

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