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Críticas de cine

El contador de cartas, la nueva cinta de Paul Schrader

El director y guionista estadounidense regresa a los cines con una cinta ambientada en el mundo de las apuestas

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4/5

Paul Schrader (American Gigolo, Mishima) está de vuelta con El contador de cartas, un thriller producido por Martin Scorsese. Encabezan el póker de protagonistas Oscar Isaac (Dune, Ex-Machina), Tye Sheridan (Ready Player One), Tiffany Haddish (Girls Trip) y William Dafoe (Spider-Man: No Way Home, The Lighthouse).

La redención no vale dinero

TRÁILER DE EL CONTADOR DE CARTAS | UNIVERSAL PICTURES ESPAÑA

La vida de William (Oscar Isaac) Tell tras 10 años de condena sigue siendo rutinaria y monótona.
Se dedica a viajar por Estados Unido, de casino en casino, buscando ganar algo de dinero. Un día, mientras prueba suerte en una sala de juegos, decide asistir a una conferencia sobre seguridad que imparte un antiguo oficial del ejército (William Dafoe).

Allí, un joven solitario llamado Cirk (Tye Sheridan) le pide unirse a él para ejecutar un descabellado plan. La vida de Will cambia por completo.

Ahora William viaja con Cirk, al que acoge como un hijo. También decide aceptar la propuesta de una representante de jugadores de póker La Linda (Tiffany Haddish) para unirse al circuito mundial.

Es el momento de jugar en serio, quiere ganar lo suficiente como para asegurar un futuro al joven Cirk y retirarse del mundo de las apuestas. Mientras viaja por todo el país, intenta persuadir al muchacho para que abandone su alocado objetivo y aceptar su cada vez mayor atracción hacia La Linda. Todo está en juego para Will, amor, amistad y dinero.

Jugador de día, carcelero de noche

Interesante nuevo acercamiento al mundo del juego, los casinos y las apuestas, esta vez por parte del veterano Paul Schrader. Aunque la temática y el contexto principal está claro, lo más jugoso de la cinta es lo que está por ver. Entre los luminosos y abarrotados casinos se cruzan las tenues y solitarias habitaciones de hotel. La propia dicotomía de Will, un ex soldado brutal y despiadado y, también, un sobrio y cerebral jugador de cartas. El mismo talento para ganar dinero con los juegos de azar que para amedrantar a los prisioneros de una cárcel militar.

Esta es una de las cuestiones a descubrir de la película. Cuál es el pasado del protagonista, cómo se mantiene vivo en el presente y de qué forma marcará su futuro cercano. Ese atormentador pasado es el de torturador y carcelero en prisiones secretas americanas durante el mandato presidencial de Bush (hijo) y su cruzada contra el terrorismo. Una circunstancia capital en la cinta y, de alguna forma, el vínculo que comparten los tres protagonistas masculinos de la cinta.

Casinos y prisiones, casi sinónimos

La otra cuestión, que enlaza con la otra protagonista de la cinta (Tiffany Haddish) es el juego, los casinos, la vida en la carretera, la búsqueda de riqueza. Una lúdica forma de diversión para unos y una carísima obsesión para muchos.

Ambas situaciones, la del juego y la vida de los soldados retornados a casa, suponen dos elementos definitorios de la esencia y culturas norteamericanas. Aunque desde el cine, han sido tratadas en ocasiones desde la comedia, las obras más recordadas han sido acercamientos realistas y dramáticos de estas tesituras. El contador de cartas es otra de esas historias. Profundamente arraigadas a la historia de Estados Unidos, orgullo y vergüenza casi empatan cuando se mencionan, pero bien abordadas, consiguen ascender a buenas historias y notables películas.

También es necesario comentar las relaciones que se forjan entre los protagonistas a lo largo de la película. Todos comparten una máxima, ya no esperan nada de la vida, sin embargo, todavía hay espacio para el amor y la redención. La forma en la que las vidas de las personas se entrecruzan, terminando por derrumbar los planes establecidos, dibujando horizontes hasta el momento desconocidos.

El Contador de Cartas

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Imágenes cedidas por Focus Features / © 2021 Focus Features, LLC

Las matemáticas y los números son importantes en el juego. En esta película también. La ecuación planteada es sencilla, una suma. Martin Scorsese en la producción, Paul Schrader a cargo del guion y la dirección y Oscar Isaac, Tye Sheridan, Tiffany Haddish y William Dafoe como protagonistas. El resultado es evidente, notabilísima cinta.

A pesar de que Paul Schrader retomar el tema de las guerras de Estados Unidos y las secuelas de los soldados, creo que vuelve a sorprender. Cambia una guerra (Vietnam en Taxi Driver) por otra, (Irak y Afganistán en El contador de cartas) con similar temática pero diferente forma y manera de contarlas. Aquí no hace falta el uso de violencia explícita para saber que estamos ante una historia cruda. Con un trasfondo oscuro (la guerra, la cárcel) aunque también tienen cabida el amor y la redención. La monotonía y el encierro más allá de la cárcel, la necesidad de objetivos en la vida para dotarla de sentido, todos apreciados claramente.

El gran reparto de El Contador de Cartas

El reparto da la talla durante toda la cinta. Con un Oscar Isaac versátil, capaz de mostrar con total nitidez las vicisitudes de un personaje tan complejo como el que le toca interpretar. El joven Tye Sheridan que continua con paso firme haciendo carrera en Hollywood. La sorprendente y casi desconocida Tiffany Haddish que se sale de los clichés preestablecidos como mujer en un negocio de “hombres”. Y William Dafoe con un diminuto papel en la cinta, aunque con mucho peso, siempre correcto.

Una banda sonara a cargo de Robert Levon Benn, atractiva, misteriosa, con un ritmo contagioso, elegida perfectamente para cada momento de la cinta. Con matices que recuerdan a Cliff Martínez y Depeche Mode, con tramos de música metal escogidos y refrendados acertadamente.

Ya presentada durante el pasado Festival Internacional de Cine de Venecia, a las salas españolas llega primero de la mano del Festival Internacional de Cine de Barcelona. La apuesta esta asegura, ir al cine a ver la mueva cinta de Paul Schrader, nadie conseguirá igualarla.

Estreno en cines: 29 de diciembre.

Disfruto viendo películas, comentarlas con la gente y ahora también escribiendo sobre ellas

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