Entrevista a Catalina Razzini, directora de Cuidando al Sol

La directora boliviana Catalina Razzini estrenó hace pocos días su debut Cuidando al Sol. En Soydecine la hemos entrevistado y esto es lo que nos tiene que contar de su película.

Cuidando al Sol se rodó en 2019. ¿Qué tal esta siendo la promoción? ¿Cómo es enfrentarse a tu creación de nuevo pasado un tiempo?

En efecto, la película se rodo entre septiembre y octubre de 2019 en Bolivia. En la Isla del sol. Nos ha tocado trabajar la postproducción en medio de la pandemia. Lo cual ha ralentizado todo el proceso pero ha sido favorable para prestarle toda la atención que merece.

Hicimos una muestra exclusiva muy especial el 21 de junio, solsticio de invierno en Bolivia. Solo para los habitantes de la comunidad donde filmamos, les llevamos la experiencia cinematográfica y nunca habían visto una película en pantalla grande.

Y ahora hacemos el estreno oficial. Empezamos a presentarla en 10 salas en toda España y estamos deseando que la gente la acoja de buena manera y que tenga su recorrido.

Catalina Razzini , comenzaste estudiando literatura y más tarde audiovisuales. Siento que realmente pueden compenetrarse ambos mundos, porque para que las imágenes hablen, tienen que tener un mensaje claro que sepas definir y explicar. ¿Cómo fue esa transición para pasar de una carrera a otra y como pudiste sacar partido a tus estudios literarios para comenzar a rodar?

Para mi ha sido una de las mejores decisiones que he tomado. Siempre quise estudiar cine pero en aquel momento no había posibilidad de estudiar un carrera a un nivel mayor de guion o dirección. Así que decidí empezar en literatura, para explorar a nivel estructural cómo se construyen las historias y cual es su lenguaje propio.

En medio de la carrera, se abrió un programa especial de dirección de cine y comencé a estudiarlo paralelamente. Aquello me supuso un encuentro en mi misma a nivel creativo sobre cómo enfrentarme a la escritura. Algo escrito que va a ser llevado a imagen es diferente a una escritura literaria. Tener la conciencia de todos esos pasos fue muy enriquecedor. Además del bagaje académico y formal dentro de una carrera como literatura. Ahora el cómo me enfrento en el cine tiene mucho que ver con esa formación mas lingüística. De más detalle, de más observación.

Me parece muy interesante lo que dices y siento que es algo que se esta perdiendo en muchos cineastas. Muchas veces no sientes que estén narrándote nada con las imágenes, simplemente parecen colocar la cámara sin más.

Exacto, estoy de acuerdo. En esta generación ahora con toda la democratización que tenemos teniendo todos móvil, se esta perdiendo. Yo soy de esta nueva generación nueva y me siento a gusto teniendo recursos.

Confiamos en Catalina como representante de esta nueva generación, de que se pueden lograr grandes cosas.

La espera de Lucia en la isla, la idealización hacia la figura paterna, la emigración, incluso una leve critica al turismo… son varios elementos muy potentes para un largo. ¿Siempre quisiste contar esta historia con todos estos elementos? ¿Cómo se fue gestando y tomando forma con el paso del tiempo?

Esta historia nació con una necesidad de contar el concepto de la espera, pero no a partir de quién vive la aventura, a nivel homérico. Si no a nivel de quien lo espera. Cómo a partir de estar quieto mirando al horizonte, se puede generar movimiento emocional. A partir de esto empiezo a cuestionarme las temáticas que mencionas. De ahí surge esa idealización al padre a través de ese mundo mítico. Que es un mundo en el que también vivimos como país, recogiendo todas nuestras leyendas y historias y como formamos nuestras concepciones del mundo a partir de ellas.

La forma en la que Lucia se enfrenta a esto, mezclando la idealización con la realidad sin tener referencia de a donde fue el padre. La historia pretendía entrelazar eso con otras temáticas como el turismo, la soledad, siendo los niños pequeños adultos, cómo constituir una fuerza personal en las mujeres, que es un tema importante en el mundo.

El turismo es terrible, consumista, no hay mas interés que llevarse la foto. Tenemos con el móvil todo a nuestro alcance y nos desconectamos con lo que sucede en el momento.

Siento que hay mucha verdad en pequeños detalles de Lucía, en ese día a día, de la comunidad, la rutina. ¿Cuánto de Catalina hay en Cuidando al Sol?

(ríe) Cuidando al sol soy yo plenamente. Todas mis experiencias vividas he tenido que ir trabajándolas con el tiempo para ponerlas en imagen y movimiento. Hay experiencias muy concretas que tiene Lucia que las he vivido yo. Muchas otras son de otras niñas.

Mientras yo la escribía, fui allí a vivir, a conocer, a hablar con los habitantes. Así que muchas anécdotas son de ellas. Todo se fue tejiendo para generar la propia entidad de Lucia.

Tengo entendido que contaste con actores no profesionales. ¿Es la primera vez que trabajas con gente sin experiencia?

Es un hibrido. Los niños son naturales, pero los padres y los profesores son actores profesionales. Esa mezcla me ha enriquecido mucho. Unos con otros se han contagiado de lo que podían aportar. Los profesionales se han contagiado de la frescura de las niñas y ellas de su rigor y la técnica. Ha sido una experiencia maravillosa. Ir viendo cómo ellas iban asimilando todo, ha sido hermoso.

Me interesa mucho trabajar con actores que no son profesionales. Hay un tipo de verdad distinto al profesional y sobre todo cuando es con niños. En concreto ellas han sido muy generosas y se han creado lazos.

Siento que ha funcionado muy bien el experimento por el toque documental quie tiene en ocasiones la pelicula.

Cuéntame la labor del director de fotografía Santiago Racaj y como fue trabajar con él. ¿Te resultó fácil transmitirle tu visión de lo que querías como resultado final?

Me siento afortunada de haber contado con Santiago. Le enviamos el guion con algo de recelo, pero le encantó la historia. Ha sido un trabajo orgánico y maravilloso. Es una persona muy creativa y respetuosa. Con lucidez, brillante. Consigue meterse en este mundo que en el fondo era lejano para el. Es de los trabajos al que mas cariño le tengo. Nos hemos entendido mutuamente. Ha sido un aprendizaje continuo.

En relación a lo anterior, vi una serie de planos cuidados al detalle por la información que aparecía en primer plano, respecto a la que aparecía más al fondo. Me parece una forma elegante de contar dos estados de animo que se alternan en base a donde mire el espectador. Pienso en el momento que los padres discuten mientras las niñas juegan o como cuando aparece sutilmente un hombre con la madre mientras el padre no ha regresado. La cámara no lo resalta pero ahí esta. Un juego muy elegante para transmitir esa información. Solo puede suceder si hay un dialogo previo entre la directora y el resto del equipo.

Exactamente. Yo iba con ciertas ideas en la cabeza y con él las hemos puesto finalmente en su sitio. Hemos grabado mucho plano secuencia, mucha contemplación. Pero a mi me interesaba mucho no perder nunca el punto de vista de Lucia. Por eso planteamos esas acciones que suceden en primer plano y al fondo. Y lo que le envuelve, lo que hay en medio, la naturaleza que hay entre los dos elementos.

(ALERTA SPOILER) Quería hablar, Catalina Razzini , sobre ese final y lo que representa.

Podrían ser dos lecturas. El mensaje principal es sobre la liberación de Lucia, concebirse como una mujer en medio de ese cambio. Y para ello debe liberarse incluso de la familia. A partir de esa independencia hacia la que Lucia navega, es como navegar hacia lo desconocido. Esta es una de las apuestas generacionales que hemos tenido los nacidos en los 80, sabiendo que tenemos tantas posibilidades. Quería transmitir esa idea en el final.

Pero también es Lucia que va en la búsqueda del padre, ya que ella cree que el que ha llegado no es el que ella recuerda.

Cuéntame para despedirnos tus futuros proyectos, ¿te veremos por España?

Por el momento, seguir con Cuidando al Sol. Tengo un par de proyectos que se están empezando a escribir los guiones, para hacer en Sudamérica. Otro quizás que cruce al otro lado del océano. Pero de momento esperamos a que termine la locura de estos días.