Esmeralda Soto: “La flor más bella fue un subidón de autoestima”

Hay conversaciones que inspiran. Son como un shot de empoderamiento. Así me sentí después de hablar con Esmeralda Soto, protagonista de La flor más bella de Netflix. La serie está inspirada en la vida de la comediante mexicana Michelle Rodríguez (40 y 20) para brindar altas dosis de amor propio.

Con mucha gracia, Esmeralda cuenta a Soydecine que ella ya estaba preparada para vivir en casa de los padres de Mich y cambiarse de nombre hasta que los creadores de la serie le comentaron que querían ver a un personaje nuevo en pantalla. Por lo que La flor más bella es “una fusión de diversas experiencias hecha con mucho amor” con un toque de Mich, de Esmeralda y de todo el crew.

Crítica a un sistema gordofóbico

“Este proyecto me llegó hace un año y no dimensionaba que iba a ser el mejor de mi vida hasta ahora. Me fascinó porque es una gran comedia, pero dentro de este formato se denuncia un sistema discriminatorio, racista, clasista y gordofóbico”, comenta.

De hecho, la palabra gordofobia aún no estaba normalizada en el vocabulario de la sociedad mexicana hasta que Netflix la desenterró con La flor más bella. “Imagínate la ignorancia que hay sobre este concepto, pues alguien una vez me dijo: ‘gordofobia, ¡ni que le tuviera miedo a los gordos!’”, expresa entre risas.

Las diferencias nos hacen únicos

La producción pone el foco en cómo los prejuicios sociales, las etiquetas e inseguridades frenan en seco la lucha por los sueños. Uno se siente opacado y debe mover Roma con Santiago para convencer a los demás de que tiene el potencial suficiente para brillar.

Así le pasó a Michelle Rodríguez durante la preparatoria hasta que calló la boca a todos cuando alcanzó la cima del estrellato, pues se dio cuenta de que ser curvilínea es increíble, que las diferencias nos hacen únicos y el talento ahí estaba. Una experiencia similar vivió Esmeralda, quien fue discriminada de una película y no la dejaron hacer casting para un personaje fuera de lo cómico.

“Los papeles no se reparten por igual. ¿Por qué no podemos ser nosotras las atrevidas, empoderadas y las que conquistan? Hay una raíz podrida que debe arrancarse desde el fondo”. Es una lucha que Michelle y yo llevamos desde hace tiempo”, detalla.

Sé tu mayor fan

Esmeralda, no obstante, indica que le encantó cómo Mich- la real y de ficción- no cambió su forma de ser y confiaba en ella misma, independientemente de los prejuicios de alrededor. Espera, por ello, que este mensaje de La flor más bella cale a las personas, en el sentido de que la sociedad está mal y no uno mismo. “Si eres tu mayor fan, ya estás del otro lado”, enfatiza.

“Interpretar a Mich me llenó de poder. Siento a una Esmeralda mucho más segura. Como soy una persona que no encaja en los estándares, no estaba acostumbrada a verme con ojos de amor. Ahora descubrí que soy bonita. Estoy orgullosa de cada centímetro de mi cuerpo. La serie fue un subidón de autoestima”, expresa la actriz, cuya comedia favorita es la británica Fleabag (Amazon Prime), pues las obras hechas por y para mujeres la llenan de orgullo y poder.

La experiencia curte y si algo ha aprendido Esmeralda es a tomar las cosas de quien vienen, al platicar sobre qué consejo le daría a todas esas personas limitadas por inseguridades y el miedo al qué dirán. Recuerda cómo una profesora de la preparatoria le dijo que sentía lástima al verla. “Esto me marcó porque no sabía que mi cuerpo le podía dar pena a alguien. No hay que estar condicionadas. Debemos aprender a identificar las mentiras, ser valientes e ir en contra de la corriente, cuando sea necesario. Un gran ejemplo de vida es Michelle Rodríguez”, manifiesta.

Actriz innata

Ahora, Esmeralda da “gracias al cosmos” por el estreno de Navidad en vivo, comedia de HBO Max, en la que comparte elenco con Regina Pavón, Fran de la Reguera y Jesús Zavala, entre otros. “Es un filme terriblemente pícaro, distinto a las producciones a las que estamos acostumbrados a ver en esta época del año”, señala la carismática actriz, mientras, con orgullo y cariño me presenta a su gato.

“De no haberme dedicado a la actuación, hubiera sido veterinaria o zoóloga. Aunque, me imaginaba frente a las cámaras narrando las hazañas de los animales, lo cual me indicó que siempre he sido actriz”, concluye. Y sí, porque si algo tiene Esmeralda es mucho arte. ¡Olé!