‘La acusación’, una serie que pondrá patas arriba nuestro concepto de verdad

La historia de la filosofía nos ha demostrado que el ser humano tiende a hacerse todo tipo de preguntas. Somos un animal social y debemos vivir en paz y harmonía, y para ello necesitamos unas reglas, unas leyes, que hagan que la convivencia entre todos nosotros sea sostenible. En todo esto entran términos muy potentes como la verdad o la justicia, y precisamente “La acusación” trata de hacernos reflexionar sobre todo esto, consiguiéndolo con creces. Podréis comprobarlo el 10 de Mayo en Filmin.

Un guion más que interesante

“La acusación” es una serie alemana inspirada en unos hechos reales que ocurrieron en la ciudad alemana de Worms, entre 1994 y 1997. 25 hombres y mujeres fueron acusados de dirigir una red de pornografía infantil. Los juicios se convirtieron en un acontecimiento mediático, y se lanzaron acusaciones y contrademandas salvajes. La serie decide trasladar esto a un contexto contemporáneo.

El protagonista es Schlesinger, un abogado defensor que trabaja en Berlín. Ya desde el inicio vemos que la serie está preocupada en crear unos personajes complejos, a pesar de estar basada en unos interesantes hechos reales. Pero la construcción del relato es totalmente libre, lo cual lo respiramos desde su formato: episodios de media hora, y en los dos primeros descubrimos muy poco del caso que será el núcleo de la historia.

El desarrollo del personaje es sin duda orgánico e interesante, con un pasado que descubrimos poco a poco y que nos explica su carácter. El caso le llega a través de Azra, un personaje también muy interesante. Realmente conocemos muy poco de su pasado, pero sabemos que es muy buena solucionando problemas, tal vez de maneras no demasiado licitas. De todos modos, es fácil querer que las cosas le salgan bien, ya que dejan entrever que sus intenciones no son malas. Peor mientras estos personajes van evolucionando, las preguntas van bombardeando nuestras cabezas.

Las preguntas constantes de ‘La acusación’

Probablemente el punto que mejor funciona del libreto de “La acusación” es su habilidad para que en nuestra cabeza siempre haya una pregunta. Por un lado, consigue que nos cuestionemos cual es la verdad de la situación. ¿Hay una red de pornografía infantil? ¿Es culpable toda esa gente? ¿Son sólidas las pruebas que existen hasta el momento? Preguntas que hacen de esta serie un thriller más que solvente.

Pero las preguntas que mejor funcionan son las que se meten dentro de nuestras opiniones. Hay un dialogo muy interesante que probablemente sea el reflejo de lo que la serie pretende. Habla de si la justicia tiene que llegar desde la moral y los problemas que eso conlleva. Habla de la figura de las redes sociales en el sistema judicial, y de cómo eso puede hacer que las cosas no vayan bien. ¿Estamos de acuerdo?

Abogado defensor

Desde el principio “La acusación” me ha parecido un retrato muy interesante sobre una profesión en concreto: la figura del abogado defensor. Todas las veces que se define este trabajo entendemos perfectamente la pasión que Schlesinger tiene con su labor y lo enserio que se lo toma. Cree contra todo pronóstico que es algo que tiene que llevarse a cabo para que la justicia funcione, y en ese sentido, acabamos aprendiendo mucho sobre este aspecto en un juicio. También, a lo largo del transcurso de la serie, podemos ver cómo trabaja y cómo pueden cambiar las cosas. Muy interesante.

Un entorno idílico

Hay algo que funciona muy bien en “La acusación” y es el entorno en el que ocurre la mayor parte de su acción. La manera de retratar el pueblo de Worms es perfecta. Un pueblo pequeño y precioso, en el que parece que nada malo puede pasar. En muchos planos generales que la serie nos brinda desde el cielo, parece que estemos viendo una postal, y eso entra dentro de la intención de la serie. Por otro lado, sus estrechas y pequeñas calles son idóneas para esconder secretos. Este paisaje hace que queramos seguir conociendo los detalles, pasar más tiempo allí, y por lo tanto, que queramos vernos sus siete capítulos prácticamente del tirón.

La dirección de Daniel Prochaska en ‘La acusación’

“La acusación” está creada por el exabogado y autor de best-sellers Ferdinand von Schirach, autor de Enemigos, pero la persona detrás de la dirección es Daniel Prochaska. Desde el guion de Ferdinand ya tenemos el relato servido, pero las decisiones de realización tomadas por Daniel son sumamente interesantes.

La serie tiene algunos momentos violentos, algunos momentos en los que la acción es importante. Tiene otros en los que el dialogo, la investigación, las miradas y los gestos son lo relevante. Todo tiene su peso. Pero no sentimos en ningún momento que algo tiene más importancia. Lo relevante es lo que se cuenta, y pase lo que pase, en ningún momento sentimos que algo que estamos viendo es más interesante o más relevante que otros momentos. Todo está medido, y todo tiene su interés.

Técnicamente la serie sigue este concepto de realización: nada tiene que distraernos de lo importante. La serie es bonita de ver, sus planos son estéticamente estimulantes, pero incluso en esos momentos en los que la ciudad aparece de manera bella, es un momento para dejar reposar un tema trascendental del que acaban de hablarnos.

El sólido dúo protagonista de ‘La acusación’

Schlesinger y Arza son los protagonistas de “La acusación” y queda claro enseguida. La interpretación de Peter Kurth como abogado defensor es sin duda la que más cercana nos resulta. También es cierto que desde el guion nos brindan toda la información necesaria para que le comprendamos. Azra está interpretada por Narges Rashidi, que se hace con su misterioso personaje creando una experiencia cada vez que aparece en pantalla. Esto hace que cuando la serie acaba, con un final más temático que de historia, tengamos ganas de seguir con estos personajes. Y eso, desde luego, es porque sus trabajos han sido impecables.

Un misterio que nos deja una pregunta: ¿Qué es la justicia?

Sin duda alguna, “La acusación”, es una serie corta que está muy bien realizada. Todo este inteligentemente narrado para que vivamos una experiencia llena de preguntas a un ritmo intenso, aunque cuando lo relevante es un dialogo, lo es, y no hay nada más. El poder de las palabras y de lo que estas esconden es una de las cosas que mejor funciona. Un gran descubrimiento que os recomiendo a todos el día 10 de Mayo, en Filmin.