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Críticas de cine

La clásica historia de terror: entretenimiento digno del género

Para ser la clásica historia de terror, nos da la sensación de que disfrutamos de algo nuevo.

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3.5/5

Hay géneros cinematográficos que están muy machacados por la opinión general del público: uno de ellos es el terror. Es cierto, no nos vamos a engañar, que cuesta encontrar algo realmente bueno. Que para ver una película buena hay que tragarse 10 de dudosa calidad. Lo que tenemos los amantes de las películas de miedo, es que sabemos disfrutar de todos los productos que se nos ofrecen. Si nos asusta, es un triunfo; si no lo hace, es una buena comedia: pero casi siempre sabemos sacarle algo de juego a los minutos que pasamos frente a estas cintas.

Roberto De Feo y Paolo Strippoli dirigen La clásica historia de terror, una película que conoce a la perfección los mecanismos del género y los combina a su gusto para ofrecer algo fresco e interesante. Funciona a bastantes niveles, y crear esa historia por capas de manera funcional no suele ser fácil.

Un guion rápido y que crece constantemente

TRAILER DE LA CLÁSICA HISTORIA DE TERROR (VO) | NETFLIX

Una de las claves de la película es sin duda el libreto que firman sus directores junto a Lucio Besana, Milo Tissone y David Bellini. La película arranca bien, incluso la presentación de personajes es algo diferente. La cantidad de referencias en diálogos a películas de terror es una delicia para los amantes del género. Pero sin saber del tema, la película funciona también perfectamente.

Una historia en apariencia sencilla: un grupo de personas que comparten caravana para viajar y tras un accidente, se despertarán lejos de la carretera, frente a una extraña cabaña. Juntos tendrán que sobrevivir a una situación que escapa a su control.

Todo lo que vamos viendo nos hace asentir, porque reconocemos los acontecimientos, pero consigue algo muy relevante: que a pesar de ser algo reconocible, nos pille por sorpresa. Está narrado de una manera fresca, y combinado de manera brillante. Además, es curioso cómo la historia va evolucionando, y antes de que lo que creemos que será el hilo principal se torne aburrido, la cinta da un giro brusco y vuelve a sorprendernos. A pesar de ser una película para entretenernos, tiene spoilers muy locos que si os los cuentan, empañarán sin duda lo épico de su visionado.

Aunque hay cosas que se ven venir (y hay que admitir que tampoco tratan de ocultarlas) la película avanza a gran velocidad, y aunque es entretenida, se permite presentar a los personajes y dejarles charlar para que logremos empatizar con ellos. La película dura 95 minutos y recorre todos los senderos que necesita.

Unos personajes igualmente clásicos

En la clásica historia de terror en la que los personajes se acaban de conocer y tienen que sobrevivir a fuerzas del mal de manera repentina, hay ciertos perfiles que tienen que aparecer de manera obligatoria. Esto en muchas ocasiones, nos regala personajes cliché que acabamos por odiar. Pero en esta película italiana de 2021 sortean también este problema. A pesar de que tenemos al tío duro que cuestiona la valía de todos, al pringao, al loco borracho que se cree gracioso, a la chica de pantalones cortos y a la final girl, todos ellos tienen su momento para que podamos comprender de dónde vienen esas personalidades, y aunque no son personajes perfectos, al menos acaban importándonos un poco. Que ya es más de lo que ocurre habitualmente en un género tan poblado de películas.

Destaco por encima del resto el trabajo que hace Francesco Russo, creando para mí el personaje más interesante de la obra, aunque hay que admitir que desde el guion le dan la oportunidad de que así sea. Su evolución y los detalles que va dejando a lo largo del film son muy gratificantes, dejándonos con ganas de un segundo visionado. Es más, por ver su actuación únicamente, no me importaría dedicarle más tiempo.

Pero desde luego ninguna actuación me ha parecido mala. Matilda Anna Ingrid Lutz como protagonista consigue todo lo necesario para que sea creíble. Yuliia Sobol hace de su personaje alguien intenso cuando por su aspecto en el film podemos pensar que la cosa puede ser diferente. Eso también es un acierto del guion. Peppino Mazzotta, Will Merrick y Alida Baldari Calabria completan un reparto que funciona genial, rodeados de secundarios que también cumplen con nota.

La disfrutable realización de La clásica historia de terror

Aunque la dirección, la fotografía y la música hubiesen cojeado un poco, la película se hubiese mantenido, pero desde luego en estos apartados también acierta. Nos encontramos movimientos de cámara llenos de significado, lo cuál ayuda mucho a que escenas en las que los diálogos son prácticamente inexistentes entendamos mucho mejor las cosas. Igual que con la fotografía, que explicita el color rojo y el verde más de la cuenta. Pero sin duda, para mí, la música Massimiliano Mechelli es increíble.

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La clásica historia de terror | Imagen cedida por Netflix

Algo que me suele recordar la gente que me conoce, es lo pesado que soy con la música de los tráiler de las películas de terror de los últimos tiempos. Tráileres como el de Hereditary de Ari Aster, o Nosotros de Jordan Peele, tienen una música muy característica que me me gusta especialmente. Pues bien, en esta película he tenido ese ambiente, a esa intensidad, en muchos momentos. Las secuencias de montaje con una música muy extrema se sucedían una detrás de otra, y lo cierto es, que esto es muy relevante para crear un ambiente concreto.

Es cierto que en muchos momentos la tensión venía generada por estas notas tan impactantes, y aunque estemos ya preparados para no asustarnos con demasiado, si la música es lo suficientemente inteligente, puede llegar a desestabilizarnos, y sin duda, esta es una de esas ocasiones. Y esto, a mí en lo personal, me parece magia.

Sentimiento de pertenencia y crítica social

Algo que he notado fresco y diferente, son las referencias italianas que hay en el film. No soy italiano, pero desde luego apetece ver a gente hablando de sus cosas con pasión, y eso le otorga un aura personalidad muy marcada. Los chistes sobre la mafia, lo que los italianos consumen en televisión… que es cierto que se puede extrapolar a muchos otros territorios, y los realizadores los saben.

Una buena película de terror, por muy autoconsciente que sea de su discurso sobre el propio medio del cine, siempre tiene que tener una parte de crítica social. En este caso, para mi, los momentos de La clásica historia de terror en los que hablan de los propios mecanismos del cine de género funcionan genial, pero no es el mensaje principal. El uso de los teléfonos móviles y la falta de sensibilidad antes las desgracias ajenas son el tema central, y nos van soltando pildoritas a lo largo de los minutos. Pero sin duda, el final, es un puñetazo en la cara a los espectadores. Y no deja de ser irónico, ya que la película va de lo que va, y usa la violencia para lo que la usa.

El gore y el diseño de La clásica historia de terror

Nada hubiese sido redondo en La clásica historia de terror si la violencia hubiese sido muy sutil, y hay momentos de gore interesantes. No se exceden demasiado, pero tampoco se quedan cortos. Un equilibrio que cuesta encontrar. Pero no solo eso, sino que los entornos están muy bien seleccionados, y la cabaña que acaba siendo muy relevante, es muy característica y tiene carisma.

Los disfraces y máscaras de los villanos, junto a la leyenda que se cuenta de ellos, podrían perfectamente aguantar por sí solas una película, pero como os he dicho, el guion tiene tantos cambios que no llegamos a saturarnos de ellos. Es de agradecer, pero desde luego, el trabajo de diseño que hay detrás es brutal.

La clásica historia de terror es una película que aguanta muy bien

La clásica historia de terror aguanta el tirón: pasa por encima de usar clichés y le da dimensión, mezcla elementos llenos de referencias y lo hace parecer fresco, no deja que el guion se estanque en ningún momento… No alarga el metraje innecesariamente, y tiene giros que nos mantienen atentos y entretenidos. También nos hace empatizar, aunque los personajes no sean redondos, y cuando algo les ocurre, nos importa. Para ser la clásica historia de terror, nos da la sensación de que disfrutamos de algo nuevo.

Desde pequeño llevaba las cintas de VHS al salón en vez de usar juguetes. Crecí viendo cine, estudié realización y guion. Comparto el cine, mi estilo de vida, en CasadoConElCine. Una película no acaba en la pantalla, continúa en la conversación que crea.