La dinastía del pastel, un bocado agridulce

El danés Christian Lollike presenta su primera cinta como director. Una cinta que llegó a principios de mayo a Filmin.

Tras una carrera como guionista y dramaturgo, Christian Lollike dirige su primera película, La dinastía del pastel, una comedia danesa protagonizada por Nicolas Bro.

Después de una buena acogida tras su presentación en el Festival de cine de Zúrich llegó a Filmin el pasado día 5 de mayo de 2023.

Sinopsis de La dinastía del pastel

En La dinastía del pastel Niels Agger es un panadero cuya fábrica de pasteles se enfrenta a la ruina financiera. Mientras él fracasa estrepitosamente, hasta el punto de intentar suicidarse, su mujer, Else, intenta modernizar la fábrica con la ayuda de su hija June y de su novio Johnny mediante la producción de pasteles saludables. A Niels no le entusiasma este concepto hasta que empieza a centrarse en la nueva limpiadora Zeinab. Con su carácter divertido y sus pasteles árabes azucarados, ve a la mujer iraquí como la salvadora de su fábrica

Un bocado de realidad

El debut de Christian Lollike detrás de las cámaras ha traído esta La dinastía del pastel a un contexto social particular. Con más de un 20% de la población europea en situación de obesidad (según datos de la OMS) y con una crisis migratoria sin solventar, los problemas a los que hacer frente son variados y complejos. La película no desea reflejar estas cuestiones con una intencionalidad reflexiva, tampoco expiatoria. Ni siquiera alcanza a juzgar lo que propone en pantalla. Más bien se conforma como una historia en apariencia predecible o carente de interés, en la que se incluyen un puñado de problemas sociales de primerísimo orden, abordados con ironía, cinismo y desahogo.

Digamos que Christian Lollike avanza en su carrera artística, de sus comienzos como guionista, hasta la dirección completa de sus proyectos. Un creador de recetas que evoluciona sutilmente a obrador. Culminando esta transición con La dinastía del pastel. Una película que supone por un lado, el principio de una nueva etapa en la carrera cinematográfica del autor, y por otro lado, una creación con una apariencia y sabor dulces, aunque con toques amargos, pero que una vez paladeada, supone un verdadero bocado de realidad.

Crítica de La dinastía del pastel

Una obra debut para Christian Lollike que más allá de esta La dinastía del pastel no presenta otros proyectos en cine como director. Su labor como guionista en videojuegos y obras de teatro es notable en la cinta. La forma en la que encadena diversas historias a partir de una propuesta central y sencilla como es una fábrica de pasteles y su viabilidad.

Con un elenco, donde el protagonista Nicolas Bro (Jinetes de la justicia, 2020) destaca como el personaje aglutinador de todas las contradicciones y emociones que se muestran en la cinta. Alguien que intenta luchar en diversos frentes sin creer en el propósito de esas batallas, dominado por la ansiedad, pero seguro de sus principios y el éxito de sus propuestas.

Además de ser una comedia y ser crítica con temas como la obesidad, migración, ansiedad, hay hueco para el amor, la familia con todas sus variantes en forma y concepto actuales, sin que todo esto nos empuje a pensar o posicionarnos sobre ninguna de estas cuestiones.

En La dinastía del pastel se deben tomar las problemáticas expuestas con objetividad y cierta ligereza, asumiendo que la realidad que expone afecta a todos en distinta medida y se puede enfrentar con una actitud vitalista.

El 5 mayo en Filmin se podrá ver esta La dinastía del pastel del danés Christian Lollike.