Series
La historia de Lisey: el ejercicio onanista de Stephen King
El propio Stephen King adapta su novela en formato televisivo para Apple TV, contando con Julianne Moore como actriz principal.
Corría el año 2003. Stephen King era hospitalizado por culpa de una neumonía que afectaba a sus dos pulmones. Al llegar a casa tras unas semanas ingresado, su mujer, la también escritora Tabitha King, había ordenado su despacho para darle una sorpresa. King, no pudo evitar pensar que ese hubiera sido el aspecto de su lugar de trabajo si hubiera muerto. Ese fue el germen de La historia de Lisey, una novela publicada en el año 2006 y que ahora se ha adaptado para televisión en forma de serie de 8 capítulos, escritos por el propio Stephen King.
Sensaciones
Cualquier forma de arte puede conectar de maneras muy distintas con su público. Nuestras vivencias personales, nuestro momento vital, nuestra formación, educación y experiencias pueden afectar a nuestra forma de interpretar una obra.
Decimos esto porque somos conscientes de que La historia de Lisey es un buen producto. La serie tiene todos los elementos necesarios para conseguir un resultado notable. Cuenta con grandes actuaciones, con un guionista experimentado (uno de los escritores más reconocidos de la historia) y un director con tablas y prestigio.
Simplemente, no hemos conseguido entrar en su propuesta. Nos cuesta aceptar la relación de amor de los Landon, pilar sobre el que se sustenta la historia. Desde el principio, se nos presenta al escritor como un ser perturbado, capaz de destrozar un escaparate a puñetazos y cortarse el brazo con los cristales, con episodios de catatonia que le tienen ausente durante días y traumatizado por un padre abusivo. Motivos más que suficientes para salir corriendo pero, en su lugar, Lisey le profesa un amor incondicional.
La trama de La Historia de Lisey es algo confusa
Lisey Landon (Julianne Moore) es la esposa del prestigioso escritor fallecido Scott Landon (Clive Owen). Organizando el despacho de su marido, encuentra una nota dirigida a ella. Ese mensaje pone en marcha un juego de pistas en el que iremos descubriendo el presente y el pasado de los protagonistas.
La parrilla actual está plagada de series interesantes. Las plataformas de streaming tienen una oferta tan grande que un primer capítulo debe ser lo suficientemente atractivo para invitarnos a seguir adelante. Ese es el problema de La historia de Lisey. Navegamos por los primeros capítulos algo perdidos. Cuesta entender qué nos quiere contar la serie, cuáles son las motivaciones de los personajes, sus objetivos o sus obstáculos para conseguirlos. Las situaciones y los personajes priman sobre el desarrollo de la historia. Una serie de flashbacks y universos paralelos que sujetan con fuerza la historia, impidiendo que avance.
Cuando estamos a punto de tirar la toalla, aparece Jim Dooley al rescate. El personaje interpretado por Dane DeHaan (La cura del Bienestar) es un fanático de Scott Landon dispuesto a cualquier cosa por conseguir sus manuscritos sin publicar. Por fin, la historia empieza a tener un dirección clara y un mayor interés para el espectador. Para algunos, quizá sea demasiado tarde, teniendo en cuenta que la serie tiene únicamente ocho episodios.
El elenco de La Historia de Lisey
Lo mejor de la serie son las interpretaciones. Un elenco formado por pesos pesados de la industria que sostienen una historia que sin ellos, se desmoronaría como un castillo de naipes. Todo gira en torno a Julianne Moore. La actriz, nacida Julie Anne Smith en Carolina del Norte, lleva años en plena forma. Su interpretación es espectacular y llena la pantalla haciendo pequeñitos a todos los personajes con los que comparte plano.
Hay muchas más caras conocidas en La historia de Lisey. Las dos hermanas de Lisey, por ejemplo, interpretadas por las veteranas Jennifer Jason Leigh (Disomnia) y Joan Allen (The killing), el anteriormente mencionado Clive Owen (Julianne Moore y él repiten como pareja protagonista tras la grandísima Hijos de los hombres de Cuarón. Por cierto, también basada en un libro), Dane DeHaan (True Blood), Michael Pitt (Funny Games) o Ron Cephas Jones (This is Us).
Todos ellos a las órdenes de Pablo Larraín, director chileno nominado al Óscar por No en 2013 y que en 2016 conseguía el premio al mejor guión en Venecia por Jackie, el biopic sobre Jackie Kennedy tras el asesinato de su marido.
En resumen
La historia de Lisey está bien interpretada y bien dirigida. Sus actores y actrices consagradas, el prestigio de Pablo Larraín tras las cámaras y el guión de Stephen King, son un seguro de vida. Sin embargo, su ritmo pausado en pos de la creación de un atmósfera opresiva puede hacérsele cuesta arriba al espectador que busque una historia de terror al uso.
La novela de Stephen King del mismo nombre puede permitirse recrearse en el contexto y construir desde ahí la historia. Una miniserie es otra cosa muy diferente que se rige por otros patrones. El intento de crear una novela audiovisual es, quizá, el talón de Aquiles de la nueva propuesta de Apple Tv.
