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Críticas de cine

La pasajera: terror patrio preocupado por sus personajes

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4/5

Todos sabemos que las opiniones son tan variadas como personas estamos en este mundo. Los puntos de vista son muchos, y hoy en día, hay un fenómeno que nos taladra: defenderlos a capa y espada. Esta claro que si defendemos nuestros pensamientos hasta las últimas consecuencias es porque creemos tener la razón, pero hay una herramienta que se está perdiendo: el dialogo. Es más sencillo desprestigiar al otro sin haber escuchado una palabra de lo que tiene que aportar. Solo hay una manera de unir fuerzas entre puntos de vista diametralmente opuestos: la supervivencia. Este tema es uno de los mas relevantes que trata La pasajera, película dirigida por Raúl Cerezo y Fernando González Gómez. Una historia de personajes con una historia de terror y humor negro que a ritmo de pasodobles nos entretiene y hace reflexionar.

Un guion inteligente

TRÁILER DE LA PASAJERA | KARMA FILMS

En La pasajera, Blasco es un hombre con ideas rancias y discutibles, que comparte viaje en su furgoneta con tres mujeres que chocarán con su manera de pensar. Fuera, una amenaza que convierte a las personas en seres violentos, hará que su relación dé un gran vuelco. Y ese es el punto de partida para los 90 minutos que dura el film.

La idea original es de Raúl Cerezo, y el primer guion corre a cargo de Asier Guerricaechevarría y Javier Félix Echániz. Pero el firmante del guion definitivo es Luis Sánchez-Polack. Lo que queda claro, es que a lo largo de todo este trabajo entre distintas personas, el libreto es muy interesante. Con una presentación de personajes que nos hace conectar y entender la situación, hasta una situación que es puro género de terror y ciencia ficción y pasando por la comedia negra, no deja de ser un viaje por el interior de los personajes, con una metáfora sobre las distintas generaciones y la convivencia de personas con distintos ideales. Y lo mejor es que funcionan todos los elementos. Sin dejar de ser una película divertida, cuenta mucho más de lo que parece.

Una dirección consciente

La pasajera funciona bien en su narración: no perdemos atención en ningún momento. Tiene un muy buen ritmo, y continuamente están pasando cosas. Por lo tanto, es una película entretenida. Pero no se queda ahí en su cinematografía, ya que con cada plano, nos están dando información sutil de el punto en el que se encuentran los personajes. Desde planos en los que las caras de los protagonistas aparecen incompletas con mucho aire a un lado, hasta planos secuencia que viajan entre las distintas conversaciones dentro de la furgoneta.

Esto se debe a que la dirección del tándem Raúl-Fernando tiene un gran preparación previa al rodaje, en la que definen perfectamente el modo en el que quieren contar las cosas. Ninguna decisión es aleatoria. Esta es la manera en la que todas las maneras posibles de rodar en esa furgoneta son exploradas en la película, dandole una riqueza increíble a la dirección.

Todos los detalles están muy cuidados: la elección de la furgoneta, las pegatinas que vemos a repartidas por la misma, las canciones escogidas… todo está por una razón. Y en conjunto se agradece mucho.

Un apartado técnico muy disfrutable

La pasajera no deja de ser un film de género por muy centrado en los personajes que esté. Tenemos Aliens que tienen su propia estética y personas violentas que pueden tener su propia esencia. Todo ello funciona muy bien, sobre todo, por la mezcla de efectos especiales y efectos prácticos. Los momentos gore son los justos y necesarios, pero son muy divertidos. Las babas, las heridas, la sangre, los golpes, los coches, las criaturas… Todo tiene un aire que a los amantes del género encantará. Hay escenas de acción muy intensas. Aún no teniendo todos los recursos, los aprovechan muy bien.

La fotografía de Ignacio Aguilar sabe remar también en pos de la narración, aprovechando los colores rojos del freno de la furgoneta, por ejemplo, como recurso para apoyar lo que sucede. Aparte de eso, la película es muy agradable de ver, por sus colores y encuadres. Hay un momento en el que vemos la luna anormalmente grande que es una maravilla, y lo mejor, es que va todo dentro del relato, y en ningún momento desentona.

La pasajera cuenta con interpretaciones cercanas y divertidas

Lo que mas sorprende en La pasajera es el peso que tienen los personajes, y para ello, está claro, que el elenco de actores y actrices escogido era indispensable para que la obra tuviese la fuerza necesaria. Y la tiene. Sorprende mucho Ramiro Blas, teniendo en cuenta que interpreta a un personaje muy español, teniendo el un acento argentino reconocible. Pero desde luego la construcción de su personaje es tan brutal, que no nos chirría en ningún momento, y consigue de un personaje rancio, una empatía a través del resto de elementos de su personalidad.

Lo que mejor funciona de las relaciones entre los protagonistas, es la de Blasco con Marta, interpretada por Paula Gallego, la adolescente del grupo, que viaje con su madre, interpretada por Cristina Alcázar. Todas las interpretaciones están geniales, y las relaciones avanzan llevando a los personajes a momentos muy emocionales. Sin duda, un gran acierto que la relación central sea la de Blasco-Marta: a pesar de la diferencia de generación son los que mejor funcionan juntos.

También tenemos a Cecilia Suárez, actriz mexicana, que ofrece una interpretación muy buena a todos los niveles: desde su paciencia hasta su mala baba. Sin duda redondea el equipo de manera brutal.

Los pasodobles como herramienta

La pasajera habla de muchas cosas, pero es una película que trata muy de cerca los elementos de la cultura española. Los más tradicionales representados por Blasco, y es ahí donde entra la tauromaquia, y sobre todo, los pasodobles. Una música que tiene una gran fuerza para un relato de este estilo. Es, sin duda, uno de los mayores aciertos del film. No solo une lo que se cuenta en el subtexto con lo que siente el protagonista, sino que le insufla un estilo propio al metraje. Una música que queda genial con las escenas de road movie, y también, con las de la ciencia ficción que se plantean, y que hacen que las escenas de acción sean más locas.

La Pasajera es una película que funciona

La pasajera es entretenida y divertida, que eso ya se agradece. Pero encima cada plano cuenta algo, cada detalle está muy cuidado. Cuenta temas importantes, hace crecer a sus personajes, que están muy bien interpretados. Es una cinta de terror y ciencia ficción, con unos efectos prácticos de los que disfrutamos. Además tiene un sentido del humor muy accesible, que nos hace reír en más de una ocasión. Creo que no hace falta nada más para querer subir en la furgoneta de Blasco y disfrutar del viaje.

Desde pequeño llevaba las cintas de VHS al salón en vez de usar juguetes. Crecí viendo cine, estudié realización y guion. Comparto el cine, mi estilo de vida, en CasadoConElCine. Una película no acaba en la pantalla, continúa en la conversación que crea.

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