Crítica de Maixabel, de Icíar Bollaín

La historia Maixabel, la viuda de Juan Mari Jáuregui, asesinado por ETA en el año 2000, es la de una mujer que, a pesar de las dudas y el dolor, accedió a encontrarse con los asesinos de su marido.

Relatos de nuestra patria

Siempre es difícil hablar de un tema tan delicado como puede ser el terrorismo. Quizá más si hablamos de un grupo terrorista tan cercano como lo fue ETA. Maixabel no es solo un retrato de lo que sintieron cientos de familias que tuvieron que sufrir los asesinatos de la banda terrorista, es una lección de historia, ética y filosofía. Una clase magistral del significado del perdón y el rencor en forma de película que narra unos sucesos, que por desgracia, sacudieron a un país entero.

Es inevitable, tras saber el tema que toca Maixabel, que se nos venga a la cabeza la magnífica Patria, una adaptación más que notable de la aclamada novela de Fernando Aramburu. La serie de HBO España, al igual que la novela, nos situaba en una época que abarca 30 años de nuestra historia en la que se vivieron los asesinatos del grupo terrorista centrándose en la historia de una mujer que le tocó sufrir la pérdida de su marido a causa de uno de los muchos asesinatos que la banda llevó a cabo.

Maixabel Lasa

En Maixabel se nos cuenta algo muy parecido, solo que no estamos ante el mismo medio. La historia de Maixabel Lasa es la de una mujer que también se quedó viuda tras el asesinato de Juan Mari Jáuregui, miembro del Partido Socialista de Euskadi, y ex militante de ETA. La historia arranca con su asesinato, y sin volver atrás, la película se centra en la figura de dos personajes a lo largo de los años hasta la disolución de ETA: La de Maixabel, interpretada por una magnifica Blanca Portillo, y la de uno de los asesinos de Juan Mari, Ibon Etxezarreta, al que encarna un (como siempre) sobresaliente Luis Tosar.

¿La mejor película española del año?

La cinta no trata de documentarnos. A pesar de que el terrorismo, por desgracia, es algo universal, la nueva película de Icíar Bollaín es una lección que va directa al corazón. Una historia que habla de la muerte, el arrepentimiento y el perdón. Cierto es que centrándose en la situación que vivió un solo país a lo largo de varias décadas, no trascenderá más allá de las tierras patrias, lo cual es una auténtica pena. Maixabel bien podría haber entrado entre las seleccionadas para representar a nuestro país en la carrera hacia los Oscar. El diseño de producción así como las actuaciones de sus protagonistas, seguro que harán que Maixabel consiga al menos algún Goya. Pero bueno, esto es lo de siempre: Una película no necesita premios para demostrar su grandilocuencia y su trascendencia emocional.

La definición del perdón

Maixabel es un regalo. Una lección de vida y un canto a la reconciliación. Una historia contada desde el punto de vista de dos bandos, que no juzga y que presenta en igualdad de condiciones narrativas, pero que jamás olvida quiénes fueron las auténticas víctimas. Maixabel también es un recordatorio de lo poco que sabemos de la banda terrorista. Viendo la cinta, no cabe sino reconocer que, los que no hemos vivido en el País Vasco, no sabemos nada sobre cómo se vivía en esos pueblos, sobre cómo se sentían las personas que tuvieron que lidiar con la muerte de sus seres queridos.

A pesar de las similitudes que le podamos encontrar con Patria, no sería justo compararlas. Recordemos que estamos ante otro medio. Ambas igualmente, son indispensables como producto audiovisual para entender y aprender acerca de este apartado tan terrorífico de la historia de nuestro país. Pero como también hemos dicho, Maixabel va mucho más allá. Todavía se me ponen los pelos de punta al pensar en su escena final, sin duda, una manera apoteósica de concluir una cinta y que seguro que a muchos, les hará derramar más de una lágrima.

Maixabel es Magistral y necesaria

En conclusión, Maixabel no es una cinta que nos hable de ETA, simplemente recoge uno de los muchos acontecimientos que se vivieron mientras la organización terrorista estuvo en activo para hablarnos de la soledad que puede provocar la muerte, y del perdón y del significado de este en todas sus facetas. Una película necesaria no por lo que cuenta, sino por lo que es capaz de transmitir.