Críticas de cine
Men: Simbolismo y toxicidad masculina
La cinta está producida por A24, que tiene buen ojo para elegir proyectos interesantes y diferentes.
El escritor y cineasta londinense Alex Garland escribe y dirige el drama de terror, Men. La película, que pudo verse en Cannes poco antes de su estreno en salas, cuenta la historia de una joven viuda, Jessie Buckley, que decide pasar unos días en una casa de campo.
La cinta está producida por A24, una compañía que lleva tiempo demostrando que tiene buen ojo para elegir proyectos interesantes y diferentes.
Aunque Men se estrenó el pasado 20 de mayo en Estados Unidos, en España tendremos que esperar hasta el 22 julio para poder disfrutarla en las salas de cine.
La trayectoria de Alex Garland
Alex Garland llegó a la fama, muy a su pesar, gracias a su primera novela, publicada en 1996, La Playa. El libro se convirtió en un fenómeno mundial gracias al boca oreja y acabó poniendo a su autor en primera línea. La fama de Garland se disparó a un más cuando Danny Boyle dirigió su adaptación para la gran pantalla, protagonizada por Leonardo DiCaprio.
Esta colaboración con Boyle fue la primera de tres. Suyo es también el guion de 28 días después (2002) y de Sunshine (2007).
Su debut tras las cámaras era cuestión de tiempo. Se produjo en el año 2014 con la fantástica película de ciencia ficción, Ex Machina. Después le seguiría otra cinta del mismo género, también interesante pero algo menor, Annihilation.
Men es su tercera película y, a pesar de tratarse de un género diferente, se observan algunos puntos comunes con sus obras anteriores. Mujeres poderosas y la profunda disección emocional de sus personajes.
Lo próximo que veremos será Civil War. Una película de acción bélica protagonizada por Kirsten Dunst.
Las interpretaciones de Men
Uno de los puntos fuertes de Men es el estupendo trabajo de sus dos protagonistas.
La actriz irlandesa Jessie Buckley está en racha. Antes de interpretar a una joven viuda perseguida por un trauma en Men, hemos podido ver su participación en otras dos grandes películas: Estoy pensando en dejarlo (Kaufman. 2020) y La hija oscura (Gyllenhaal. 2021). Por esta última, fue además nominada al Oscar a mejor actriz de reparto.
Está claro que la actriz sabe elegir los proyectos en los que se embarca y va a ritmo de una joya cinematográfica por año.
La réplica se la da Rory Kinnear (No Time to Die). El actor se enfrenta al reto de interpretar varios papeles y darle los matices correspondientes. Sus personajes representan los distintos grados de toxicidad masculina que afectan a la protagonista.
No podía faltar la actriz fetiche de Garland, Sonoya Mizuno. La única que ha estado presente en sus dos trabajos anteriores y que repetirá, una vez más, en la próxima producción del director, la mencionada Civil War.
El simbolismo de Men
Men puede resultar algo críptica en algunos tramos. Sin embargo, el mensaje que subyace está meridianamente claro.
Como toda alegoría, se presta a interpretación. Cada espectador o espectadora saldrá de la sala con matices diferentes sobre lo que acaba de ver. Además, se trata de un tema tan polémico en nuestra sociedad, que estamos convencidos de que generará debate.
Desgraciadamente, el machismo y las distintas formas de violencia que provoca ha polarizado el debate en nuestro país. Y no solo en España. Ya se pueden ver muestras de esta polarización en los comentarios en redes sociales y en la valoración que se hace de la película en Estados Unidos.
La cinta de Garland cuenta con tantas notas bajas, acompañadas de comentarios incendiarios, como notas altas, alabando el trabajo del director.
La belleza formal de la película
A pesar de su crudeza, sobre todo en el tramo final, Men es de una belleza incontestable.
El director de fotografía habitual de Garland, Rob Hardy, hace un trabajo realmente llamativo.
La colaboración entre ambos favorece una cantidad enorme de planos para enmarcar. La cámara siempre está en el sitio perfecto. Las simetrías, los juegos de luces, los desenfoques en segundo plano, los ángulos elegidos. Todo parece estar meticulosamente estudiado para proporcionarnos un placer visual constante.
Hasta los momentos más sórdidos están acompañados de esa belleza formal. Solo por eso, Men es una de esas películas que, sin duda, pierden efecto fuera de una sala de cine.
Nuestra valoración
Nuestros lectores habituales sabrán que en Soy de cine valoramos las propuestas arriesgadas y diferentes. Men, de Alex Garland, lo es.
Este drama de terror es capaz de crear una historia tan magnética como grotesca. La película está llena de imágenes impactantes, de planos cargados de belleza y de mucho simbolismo. Todo al servicio de las grandes interpretaciones de su pareja protagonista, Jessie Buckley y Rory Kinnear.
La parte inicial de la cinta, en la que el drama se impone al terror, sirven de antesala a un tercer acto desenfrenado y, quizá, algo excesivo que nos arrastra sin remedio. Un exceso de esos de los que hay que frotar fuerte al llegar a casa para poder quitárnoslos de encima.
Si buscas una experiencia casi mística, una propuesta diferente y un puzle cinematográfico en el que puedes elegir las piezas, Men es, sin duda, tu película.
