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Críticas de cine

Crítica de No Respires 2 (Don’t breathe 2)

Un malo que se hizo bueno en un thriller que se convirtió en otra cosa

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3/5

El uruguayo Rodolfo “Rodo” Sayagues debuta en la dirección con No respires 2 (Don’t breathe 2) para continuar, junto a Fede Álvarez, la historia de Norman Nordstrom, un ex militar aquejado de ceguera con un pasado muy turbio.

La estructura de thriller que predominaba en la primera parte le cede espacio a la acción pura en esta nueva entrega que define nuevas reglas, nos trae un villano transformado en héroe, unas gotitas de suspense y algún que otro giro argumental

La pareja de moda en Uruguay

TRÁILER NO RESPIRES 2 | SONY PICTURES

Tras rodar juntos un par de cortos (El cojonudo y Panick Attack!), revisitar el universo creado por Sam Raimi en Posesión Infernal (Evil Dead) en 2013 y trabajar en la serie televisiva Calls, los uruguayos Federico “Fede” Álvarez y Rodolfo “Rodo” Sayagues estrenan No respires 2. Sin embargo, su mente está ya en el proceso de post producción de la secuela de La matanza de Texas en la que ambos están trabajando ahora. A la pareja de moda en Uruguay se le acumula el trabajo.

En esta Don’t breathe 2, que sirve de secuela a la película protagonizada por Stephen Lang (Avatar), ambos intercambian sus papeles. Fede Álvarez, acostumbrado a estar tras la cámara en labores de dirección, da un paso al lado para permitir el debut de su amigo y compañero Rodo Sayagues, que hasta ese momento se centraba más en labores de producción y en la escritura de guiones.

Como ambos han expresado en varias entrevistas, si han decidido volver a la historia es para seguir explorando a un personaje de ambigüedad moral, cargado de grises y sobre el que aún nos quedan muchas dudas. El hecho consciente de convertir al antagonista en protagonista permite ahondar en el desarrollo de Norman y contestar a muchas de las preguntas que quedaron sin respuesta en la primera parte.

No respires 2 es una secuela que cambia las reglas

¿De verdad era necesario continuar con la historia de este exmarine ciego? 

La primera parte estrenada en 2016 funcionó muy bien en taquilla y tuvo una buena acogida por parte del público y algunos sectores de la crítica especializada. Es verdad que No respires es una película correcta, bien dirigida y con una tensión y un ritmo que mantiene el interés. Sin embargo, es una de esas películas que no dejan huella. Navega en aguas intermedias entre el bodrio y la obra maestra. Por eso, no necesitábamos saber más. Y menos, cuando este segundo largometraje parte de una premisa que dinamita todo lo construido en la anterior cinta. Nos vienen a la cabeza otras películas del mismo género que sí merecerían ser continuadas. 

Sin ninguna transición previa, se nos obliga desde el principio a empatizar con un personaje que ahora se ha convertido en un padre protector. Una redención inexplicable, teniendo en cuenta que lo último que supimos de él es que tenía un lado muy cruel y sórdido. El personaje gris oscuro se ha vuelto blanco en estos últimos cinco años y, cuando al final del metraje se le intenta volver a pintar de ambigüedad, ya es demasiado tarde. Hemos sufrido una manipulación a la que, irremediablemente, se le ve la trampa y el cartón.

De víctima a verdugo

Entre las dos películas, el bueno de Norman pasa de víctima a verdugo y de nuevo a víctima en una especie de díptico capicúa que se desdice constantemente y que convierte a su protagonista en cualquier cosa que sea necesaria para fabricar emociones en el espectador.

Sam Raimi produjo la versión de Álvarez y Sayagues de su Evil Dead y ha repetido con las dos partes de esta historia. No sabemos si por querer recuperar el dinero invertido o porque realmente lo piensa, el director declaró que No respires 2 era la mejor idea para una secuela que había leído en su vida. Los superlativos suelen ser muy osados. Juzguen ustedes si esta cita es o no exagerada

Los actores principales

Al rescate de la cinta van el veterano actor Stephen Lang (Avatar) y la pequeña Madelyn Grace (Z Nation).

El protagonista, nacido en la ciudad de Nueva York, está grabando a la vez las cuatro secuelas que vienen del Avatar de Cameron de aquí al 2028. Antes, le hemos podido ver doblando películas de animación (Operación cacahuete. 2014), videojuegos (Call of duty: Ghosts. 2013) o en clásicos como Tombstone (1993). Más de cien trabajos que incluyen televisión, cine y videojuegos.

A pesar de su corta edad, Madelyn Grace ya tiene más de una decena de producciones a sus espaldas. Debutó en 2016 con el corto Princesa y, desde entonces, no ha parado de trabajar entre películas y series para televisión y unos cuantos cortometrajes.

Lang regresa a su papel

Para volver a la piel de Norman, Lang preparó su papel con la ayuda de la Asociación Nordeste para personas Ciegas (NAB en inglés). Si obviamos las partes en las que la acción está más cerca de Daredevil que de un soldado retirado ciego, más culpa del guion que del actor, su personaje es convincente y está bien interpretado.

Madelyn Grace es en realidad la única de la película que merece nuestra simpatía de forma pura. Una flor entre tanto barro que se ve obligada a deambular entre dos opciones, a cual peor.

Poco más que rescatar de No Respires 2

Los demás personajes están construidos como si fueran la inteligencia artificial de un videojuego, planos y llenos de estereotipos. Malos malísimos en todos los sentidos del término. Esos personajes se asemejan a cualquier dibujo animado de los que un servidor se tragaba en los ochenta y en los que el bien y el mal estaban separados con vallas y concertinas.

¿Vale la pena No Respires 2?

Con No Respires 2, Fede Álvarez y Rodo Sayagues han decidido continuar una historia que no necesitaba continuación. Para hacerlo, han derrumbado su propia creación, redefiniendo un personaje que suena a gato por liebre. Quizá sea una película que funcione mejor sin ningún referente previo. Las dos películas deberían existir sin rozarse y mirar para otro lado siempre que se crucen por la calle. Como dos perfectas desconocidas. Porque de otra forma, las dos juntas conforman un engaño que ni siquiera las actuaciones de Lang y Grace pueden levantar.

Un malo que se hizo bueno en un thriller que se convirtió en otra cosa. Es entretenida pero no lo suficiente como para que nuestro cerebro la almacene en la memoria a largo plazo. Mejor dejar espacio para la próxima de Fede y Rodo, a ver si esta vez es buena.

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Nacido en Las Palmas. Licenciado en filología inglesa. Autor del libro de relatos "Siluetas" y de las novelas "Las sombras que fuimos" y "Los alterados". Cocreador de la página de cine B Entre ninjas y lagartos. Actualmente reside en Maine (EEUU)

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