Críticas de cine
Crítica de ‘El juicio de los 7 de Chicago’
Un drama judicial basado en hechos reales
“El Juicio de los 7 de Chicago” era una de las películas más esperadas de la temporada, dirigida por el magnifico Aaron Sorkin.
La cinta logró ir directamente a la gala de los premios de la Academia, juntos con otras de la compañía como “Mank”.
Criticas Profesionales sobre El Juicio de los 7 de Chicago
La cinta se estrenó en la plataforma de Netflix, consiguiendo grandes elogios por parte de la prensa en la primera semana tras su estreno.
Resaltaron, como era de esperar, el ágil libreto del director, quien lleva tiempo ejerciendo de guionista en series como “El ala oeste de la Casa Blanca” y películas como “La Red Social” y “Steve Jobs“, junto con unas sólidas actuaciones y una gran ambientación.
Historia real de El Juicio de los 7 de Chicago
La película se basa en una historia real. Esta ocurrió en Chicago durante la convención Nacional Demócrata de 1968 en la que hubieron disturbios entre la policía y un grupo de personas que habían ido a la misma con fines totalmente pacíficos y con la intención de terminar la guerra de Vietnam.
Bajo esta premisa, Aaron Sorkin nos presenta un drama judicial. En él, el juez Julius Hoffman (Frank Langella) junto con el personaje interpretado por Joseph Gordon Levittt intentarán llevar a prisión a los manifestantes acusados.
Personajes acusados
- Abbie Hoffman, interpretado por Sacha Baron Cohen
- Tom Harden, interpretado por Eddie Redmaine
- Bobby Seale, interpretado por Yahya Abdul Mateen 2
- Jerry Rubin, interpretado por Jeremy Strong
- Rennie Davis, interpretado por Alex Sharp
- David Dellinger, interpretado por John Carrol Lynch
- John Froines, interpretado por Daniel Flaherty
- Lee Weiner, interpretado por Noah Robbins
Nuestra opinión de la película
Como es habitual en el realizador, la historia se cuenta con unas grandísimas líneas de dialogo, con su rapidez y acidez característica, dotando de gran personalidad a todos los protagonistas. Nos presenta ágilmente a todos ellos en el comienzo, antes de ser acusados, para conocer sus motivaciones más de cerca y de esta forma empatizar con ellos. A nivel actoral todos ofrecen un grandísimo nivel, resaltando al personaje de Sacha Baron Coen y al de Eddie Redmayne. Tendremos grandes momentos para todos y cada uno pero sin ninguna sensación de relleno a pesar de sus 2 horas y 10 miuntos de duración.
También tendremos grandes momentos realmente tensos, cuando veamos la versión de los hechos por los que se les acusan, con una increíble dirección, eligiendo planos bastante cercanos para sentir los disturbios desde nuestra propia mano y con un montaje especialmente brillante en estos momentos en los que se intercalan escenas del film con escenas reales captadas por la televisión en los disturbios de 1968. En ese sentido, toda la parte técnica brilla a un alto nivel como era de esperar, tanto en fotografía, montaje y edición de sonido, especialmente en los momentos del disturbio citado anteriormente.
Como punto negativo, algún momento del juicio se puede hacer predecible si conocemos la historia. Sin embargo, esto no llega a ser cansino gracias a los saltos temporales una vez avanzada ya la película, dando una gran ritmo a esta obra.
En resumen…
En conclusión, me parece que su llegada a los Óscar fue muy merecida. Y es que la cinta brinda un mensaje tan directo como necesario en estos momentos, formando un notable drama judicial con escenas de brillantez, unos diálogos ingeniosos y ácidos a la vez y una propuesta que recordaremos por su excelente calidad. Me alegra que Netflix haya apostado por este tipo de cine, que lamentablemente por las circunstancias vividas por la pandemia, no pudimos disfrutar en salas. Igualmente muy recomendable para quien quiera ver un drama basado en una historia cruda pero verídica.
