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Críticas de cine

Pinocho: un remake desprovisto de vida

El guion, escrito por Robert Zemeckis y Chris Weitz es un trabajo desigual

cristian-autor

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2/5

La historia clásica ideada por el escritor italiano Carlo Collodi vuelve a cobrar vida en este remake de Disney del clásico animado de 1940. Aventuras, magia y números musicales forman la columna vertebral de esta nueva producción sobre la marioneta de madera que desea convertirse en un niño de verdad. Pinocho está disponible en la plataforma de Disney+.

Tráiler y sinopsis de Pinocho

TRÁILER DE PINOCHO | DISNEY+

Pinocho (Benjamin Evan Ainsworth) es una marioneta de madera tallada por Geppetto (Tom Hanks) y convertida en una marioneta viviente por el Hada Azul (Cynthia Erivo). Posee un carácter alegre e inocente, se hace amigo de Pepito Grillo (Joseph Gordon-Levitt), quién actuará como su conciencia y le enseñará a diferenciar el bien y el mal.

Crítica de Pinocho

Un nuevo remake llega a la casa del ratón con algunas actualizaciones y cambios, pero desafortunadamente los mismos problemas que viene arrastrando la factoría Disney en los últimos años. Y es que la falta de personalidad propia e intenciones de ser homenajes fidedignos a su predecesoras animadas, hacen que estos remakes pierdan fuelle y no funcionen como deberían. La sobreexplotación de la nostalgia es otro factor determinante, culminando en la entrega de productos que se configuran como copias sin vida de joyas de la animación, salvo en contadas ocasiones.

Pinocho (2022) es un ejemplo claro de ese conflicto y, por lo tanto, tenemos como resultado una historia insípida, con algunos momentos de gran belleza visual en contraste con un diseño de personajes bizarro y un ritmo irregular que le resta fuerza a la producción, que además debe cargar con el legado de la hermosa y superior versión animada.

Entre la magia y el horror

Desde sus primeras escenas, se puede comprobar que Pinocho hace un esfuerzo notable por trasladar a imagen real el mundo y la estética de su predecesora animada. El acogedor taller de Geppetto cobra vida con todo lujo de detalles, desde las creaciones de madera que fabrica el noble tallador hasta los relojes que adornan las paredes del lugar (con easter-eggs de grandes clásicos de Disney incluidos). Todo esto gracias a un impresionante diseño de producción cortesía de Stefan Dechant. El esplendor visual se traslada a las calles del idílico pueblo italiano donde vive Geppetto y el teatro de marionetas de Stromboli, llegando a su punto más fuerte en la espectacular recreación de la Isla de los Juegos, con sus atracciones y barcas preciosistas.

Pepito Grillo: un personaje pesadillesco

Sin embargo, el apartado visual entra en terreno escabroso con el macabro CGI que dota de vida a los personajes animados. Las facciones de Pepito Grillo lo convierten en un personaje pesadillesco sin el encanto que caracterizaba a su contraparte de dibujos animados, mientras que Pinocho es una creación inexpresiva que además posee una mala sincronización de movimientos en posproducción, lo que afecta de manera definitiva la capacidad de sentir empatía por este personaje legendario. Lo mismo pasa con Fígaro y Cleo, las mascotas de Geppetto que ostentan una animación más propia de un videojuego de los años 80 que una cinta de 2022.

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Pinocho (2022) © Disney

Por otra parte, la música compuesta por Alan Silvestri recupera los temas icónicos de la versión original, como lo son la imperecedera “When You Wish Upon a Star” y “I’ve got no strings”, además de añadir algunos temas nuevos que no resaltan en absoluto y su única función es cumplir espacios de relleno. El único que despunta medianamente bien es “The Coachman to Pleasure Island” interpretado por el Cochero (Luke Evans), pero tampoco emociona lo suficiente para ser memorable.

Elementos dispares que fallan cuando tratan de recuperar la esencia de su versión original

El guion, escrito por Robert Zemeckis y Chris Weitz es un trabajo desigual. Por un lado, se trata de un recorrido por los lugares conocidos de la historia de Collodi y la versión de 1940, con la intención de capturar un sentimiento atemporal que nunca logra. La obsesión por replicar los momentos más espectaculares de la cinta animada con una precisión milimétrica falla por su traslación simplista de los códigos cinematográficos que convirtieron esas secuencias en imágenes deslumbrantes que permanecen grabadas en la retina de un gran número de cinéfilos al día de hoy.

De esta manera, la aparición del Hada Azul y el espectáculo de marionetas de Stromboli pierden fuerza y no consiguen emocionar como sí lo hicieron anteriormente. El entramado moralista que se teje alrededor de la historia original no tiene un efecto convincente en esta oportunidad y el tratamiento de temas universales como la bondad, la honestidad y qué cualidades nos convierten en seres íntegros es bastante superficial, lo que resta impacto a los mensajes de la cinta y la abandona en el territorio de “quiero y no puedo”.

Novedades que no aportan demasiado

Por otro lado, los nuevos personajes y giros que posee el guion para darle un toque distintivo no aportan nada relevante y hacen que el ritmo de la producción se resienta en numerosas ocasiones. La indecisión palpable en la escena final de apartarse de lo ya conocido es frustrante y la vuelve anticlimática.

El reparto está plagado de grandes nombres, donde destacan una elegante Cynthia Erivo en su breve aparición como el Hada Azul y Luke Evans como el siniestro Cochero, mientras que Tom Hanks oscila entre momentos de gran ternura y otros donde se nota confundido en su interpretación de Geppetto.

En conclusión…

Pinocho es un remake y live action Disney irregular que cuenta con elementos llamativos y un fantástico diseño de producción, pero falla cuando intenta replicar la magia de la obra maestra animada que lo precede. Una de las películas Disney que más esperábamos pero que ha resultado ser una auténtica decepción.

Soy venezolano, tengo 24 años. Licenciado en Comunicación Social, mención Guionismo y Producción Audiovisual. Aficionado del cine y la literatura.