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Pinocho de Disney y Pinocho, de Guillermo del Toro ¿Cuál fue la mejor adaptación del clásico de Collodi?
¿Cuál fue más acertada en su desarrollo? Sigue leyendo y lo descubrirás.
Este fin de semana llegó a la plataforma de Netflix una de las grandes propuestas de la temporada. Pinocho, de Guillermo del Toro es una reinvención asombrosa de la historia archiconocida sobre la marioneta que anhela ser un niño de verdad, con una exploración profunda de los grandes temas presentes en el material de origen y aportes novedosos que influyen de manera positiva en el desarrollo general de la trama.
Estos elementos y el uso impecable de la técnica stop-motion le han labrado algunas de las mejores críticas del año y la posicionan como la favorita a vencer en la categoría de mejor película animada durante la venidera temporada de premios.
En el mes de agosto, ya tuvimos la oportunidad de ver un remake en live-action del clásico de Disney de 1940. Pinocho (2022) dirigida por Robert Zemeckis aterrizó en la plataforma de Disney+ con un enfoque dirigido a la nostalgia de los espectadores y la posibilidad de atraer el interés de las nuevas generaciones. Su propuesta no tuvo éxito y llegó a ser catalogada como uno de los peores remakes en live-action producidos por la casa del ratón.
En este artículo, procederemos a realizar un análisis de las dos producciones estrenadas este año y su ejecución de las diferentes facetas de la historia en relación a la obra de Collodi ¿Cuál fue más acertada en su desarrollo? Sigue leyendo y lo descubrirás.
Nota: el artículo contiene spoilers referentes a puntos importantes de la trama de las cintas mencionadas.
El personaje de Pinocho
En la versión de Disney, Pinocho posee las características de su contraparte animado y su viaje gira en torno a la posibilidad de convertirse en un niño de verdad. Sin embargo, el guion carece de la fuerza suficiente para darle entidad y un desarrollo tosco no permite que Pinocho brille como personaje, quedando muy por debajo de las intenciones presentes en la trama, además de no lograr el espíritu rebelde y desenfadado que caracteriza a la creación de Collodi.
En la versión de Netflix, Pinocho es una figura vibrante y llena de vida que intenta comprender el mundo que lo rodea y posee una curiosidad nata. Su actitud es inquisitiva y desafiante, se preocupa por el bienestar de su padre y se enfrenta a las figuras que intentan hacer daño a su alrededor. Es un personaje tridimensional, que cobra vida con una atención al detalle estupenda y belleza artesanal.
Veredicto: El pinocho creado por Guillermo del Toro y Mark Gustafson es sin lugar a dudas superior a la figura de Zemeckis y captura la esencia del personaje literario de forma íntegra.
Los secundarios
El remake en live-action de Disney incluye los personajes de la versión animada, que son emblema de la narración de Collodi. Pero a excepción de la presencia fundamental de Geppeto, las otras figuras que acompañan a Pinocho en su viaje son tratados como mera decoración para hacer avanzar la trama y no cuentan con verdadera sustancia que los haga destacar.
En Pinocho de Guillermo del Toro, los personajes secundarios adquieren un nuevo nivel de importancia con una mezcla entre las características presentes en el cuento original y giros refrescantes que le aporta nuevas capas a la personalidad de cada uno de ellos. De esta manera, el Conde Volpe viene a ser una amalgama del titiritero Mangiafuoco Stromboli en la cinta de Disney) y el Lobo que convence a Pinocho de saltarse la escuela para convertirse en un artista.
La codicia y el nacionalismo ciego son los principales motivos detrás de las acciones de Volpe, lo que le brinda un trasfondo interesante y complejo. Por otra parte, el fascista Podesta es la encarnación del Cochero que lleva a Pinocho a la Isla de los Juegos, aquí reemplazada por un campo de entrenamiento para jóvenes soldados. Pero el personaje que más sorprende es el mono Spazzatura, el maltratado asistente de Volpe, que se convierte rápidamente en una presencia carismática y un aliado esencial en el viaje de Pinocho.
Veredicto: el sólido desarrollo de personajes en Pinocho de Guillermo del Toro y Mark Gustafson supera con creces a la poca vitalidad y las motivaciones escuetas de las figuras presentes en Pinocho de Disney.
La historia
Pinocho en live-action presenta un recorrido por los lugares conocidos de la historia de Collodi y la versión de 1940, con la intención de capturar un sentimiento atemporal que nunca logra. Se aprecia como un calco escena por escena de la película animada sin aportar elementos novedosos o giros sorprendentes.
Pinocho de Guillermo del Toro conjuga los temas que hicieron del libro un clásico atemporal y los dota de nueva vida , además de elaborar un discurso sofisticado sobre la muerte con múltiples capas de entendimiento y envolver todo con el trasfondo de la Italia fascista en 1930, lo que permite hilvanar un relato profundo acerca de las relaciones padre-hijo, la percepción de la moral y el sentido de la obediencia cuando no existe una ética clara.
Veredicto: Pinocho de Guillermo del Toro y Mark Gustafson captura el espíritu de la historia original con mucho más tino que el live-action de Disney y le agrega nuevas capas de sentido que enriquecen su visionado de manera considerable.
El aspecto visual
Pinocho de Disney hace un esfuerzo notable por trasladar a imagen real el mundo y la estética de su predecesora animada. Esta labor se aprecia en la recreación del taller de Geppetto que cobra vida con todo lujo de detalles, desde las creaciones de madera que fabrica el noble tallador hasta los relojes que adornan las paredes del lugar (con easter-eggs de grandes clásicos de Disney incluidos). Pero su punto más fuerte es la Isla de los Juegos, con un acabado preciosista y esplendor visual.
Sin embargo, el apartado visual decae de manera estrepitosa con el irregular CGI de los personajes animados. Pinocho es una figura inexpresiva y Pepe Grillo ostenta un aspecto pesadillesco , mientras que Cleo y Fígaro, las mascotas de Geppetto, poseen na animación más propia de un videojuego de los años 80 que una cinta de 2022.
Pinocho de Guillermo del Toro y Mark Gustafsonpresenta una hermosa animación en stop-motion que está llena de pequeños detalles y simbología relacionada a los grandes temas de la historia, además de hacer que los personajes tengan un aspecto artesanal, alejados de lo caricaturesco y llenos de expresividad. El monstruo marino es una creación deslumbrante y aterradora.
Veredicto: Pinocho de Guillermo del Toro vuelve a ganar otro round con su elegante animación que entrega escenarios deslumbrantes y personajes inolvidables.
La música de Pinocho
La música compuesta por Alan Silvestri para Pinocho de Disney recupera los temas icónicos de la versión original, como lo son la imperecedera “When You Wish Upon a Star” y “I’ve got no strings”, además de añadir algunos temas nuevos que no resaltan en absoluto y su única función es cumplir espacios de relleno. Aunque escuchar las composiciones aviva un sentimiento de nostalgia, la ejecución de los números musicales es deficiente y no logra conmover ni emocionar como lo hacía la cinta animada.
Pinocho de Guillermo del Toro contiene música elaborada por Alexandre Desplat y Nick Cave que potencia el tono emotivo de la historia y cuenta con números musicales que despuntan en pantalla, como el hermoso “Ciao Papa” y el divertido “Big Baby II Duce March“.
Veredicto: Depende de lo que se busque, la música de Pinocho de Disney brinda una ola de nostalgia, mientras que la versión de Netflix ofrece una propuesta melódica original y de gran belleza.
En conclusión…
Pinocho de Guillermo del Toro y Mark Gustafson supera a la versión en live-action de Disney con una historia profunda, animación impresionante y una relectura más acertada del personaje icónico que rinde un sentido homenaje a la invención de Collodi.
