Crítica de Sex Education, temporada 3. No es solo sexo.

Ya hemos podido disfrutar de la tercera temporada de Sex Education, que se ha convertido en una de las series bandera de Netflix. Y no es para menos, tras ver esta última ronda de episodios seguimos creyendo que la serie creada por Laurie Nunn es una de las mejores propuestas de la plataforma para pasar un grandísimo rato y trabajar ciertos valores que deberían ser indispensables en nuestro día a día.

La vuelta al cole en Moordale

En cuanto arranca el primer capitulo de esta tercera temporada de Sex Education se nos vuelve a dejar bien claro que esta no es la típica serie para adolescentes, y que muchos de los clichés que nos solemos encontrar en ese tipo de producciones no van a estar a la orden del día, algo que se agradece, al igual que la magistral manera que tienen sus guionistas para construir a los personajes y retratar las situaciones tan alocadas y divertidas que viven en cada uno de los capítulos. Además, muchos de ellos continúan con sus particulares luchas. A continuación Os ponemos in situ.

Sex Education: La revolución sexual

Por fin, Otis parece haber dejado de lado su trauma y acaba por encontrarle el gustillo al sexo. En esta tercera temporada de Sex Education vivirá una relación que sorprenderá a muchos. No queremos desvelar nada, pero, además, nuestro carismático protagonista se encontrará bastante solo este año. Eric, su mejor amigo, viaja a Nigeria mientras intenta mantener a flote su relación con Adam, que volverá al instituto.

Maeve, por otro lado, intentará conseguir una plaza para estudiar en EE. UU. mientras descubre en Isaac, su vecino, una persona en la que merece la pena fijar su atención y compartir su tiempo. Su mejor amiga, Aimee, aún sigue trastocada tras la horrible experiencia que le tocó vivir en la segunda temporada, y eso pondrá en peligro la relación con su pareja, Steve.

No son los únicos, Moordale se pondrá patas arriba tras su cambio en la dirección del centro y todos sus personajes vivirán situaciones con las que no contaban: Lily y Ola se conocerán de verdad, Viv tomará cierto protagonismo en esta tercera temporada, Jackson conectará con una persona muy especial, Jean, la madre de Otis, volverá a encontrarse con Jakob… En fin, como cada año la historia de los chicos y chicas de Moordale será una auténtica locura.

Si algo funciona ¿Por qué cambiarlo?

Otro gran acierto, es repetir la fórmula de la segunda temporada que fue la de ofrecer una visión más variada de la sexualidad, brindando a los espectadores un dibujo mucho más amplio que potencia la faceta más divulgativa de la serie. 

Pero en el universo de Moordale no todo gira alrededor del sexo (aunque es justo agradecer que lo retrate siempre de forma positiva, con naturalidad, sin estilizarlo y con cero morbo o fascinación), también se pone el foco en la importancia de la empatía y la comunicación en todas las relaciones afectivas, y se exploran las relaciones familiares para mostrar cómo diferentes dinámicas pueden afectar el desarrollo emocional de los más jóvenes. La serie además sigue ensalzando de una manera brillante unos valores muy importantes en los tiempos que corren como ser uno mismo, o la lucha contra los prejuicios sexuales.

Mención especial a la riquísima y ya no tan colorida puesta en escena (ya adivinaréis por qué) y a la banda sonora de la serie, que vuelve a recoger canciones que encajan a la perfección con el contenido que ilustran. Por la variedad de los temas que desarrolla y por la forma explícita en la que el guion está escrito es, probablemente, una de las series más educativas e interesantes a las que puede acceder su público objetivo, que puede empatizar con facilidad con algunos de los problemas o situaciones que se abordan.

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El legado de Otis en la tercera temporada de Sex Education

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El arranque es especialmente divertido. El sentido del humor recorre los ocho nuevos episodios de forma transversal sin dejar de lado temas y críticas más importantes y dejando en cada uno de sus capítulos un valioso aprendizaje. Los personajes siguen resultando geniales, la elección musical continúa siendo acertada y durante toda la trama, los guionistas de la serie nos darán algún susto y muchas sorpresas, algo que también es de agradecer. En definitiva, ha sido un placer reencontrarme con Sex Education, que ha demostrado con esta tercera temporada que todo el reconocimiento que ha ido recibiendo no fue fruto de la casualidad.