Críticas de cine
Crítica de Sin novedad en el frente
Una nueva adaptación de la novela del mismo nombre escrita por Erich Maria Remarque en 1929
El director alemán Edward Berger dirige Sin novedad en el frente, una nueva adaptación de la novela del mismo nombre escrita por Erich Maria Remarque en 1929.
La película que se estrenó en el pasado Festival de Toronto y llegó un mes después a Netflix, es la elegida por Alemania para intentar competir en los Oscars. Tendremos que esperar a enero para saber si consigue finalmente entrar en el grupo de nominadas a mejor producción internacional.
¿Conseguirá Netflix repetir el éxito de Roma de Alfonso Cuarón, que se hizo con tres estatuillas en 2019?
Sin novedad en el frente: el material original
La novela Sin novedad en el frente del escritor alemán Erich Maria Remarque está basada en la propia experiencia del autor. Durante la primera guerra mundial, y con tan solo 18 años, fue enviado al frente occidental, donde estuvo luchando durante casi cuatro meses. Finalmente, el autor fue herido de gravedad y trasladado a un hospital en el que permaneció hasta el final de la guerra.
La crudeza con la que su pluma retrataba las barbaries de la guerra pronto llamó la atención de la industria cinematográfica. Solo hubo que esperar un año para el estreno de la película del mismo nombre dirigida por Lewis Milestone.
Remarque fue el protagonista de numerosas campañas de desprestigio lanzadas por el partido nazi unos años después. Considerado un traidor por los seguidores ultranacionalistas alemanes, pronto circularon historias como que su verdadero apellido era Kramer (su apellido original pronunciado al revés) y que era de origen judío. Cuando huyó a Suiza, país en el que acabó muriendo en 1970 tras haber publicado otras obras de éxito, los nazis tomaron represalias contras su familia. Su hermana fue asesinada tras un juicio en el que el presidente del tribunal declaró: Tu hermano está fuera de nuestro alcance pero tú no vas a escapar.
Sin novedad en el frente y sus distintas versiones
Además de esta adaptación de Edward Berger y la ya mencionada de Milestone en 1930, la historia ha sido versionada en distintos formatos.
Hay una tercera película, estrenada por la CBS en 1979, que aunque no fue pensada para la gran pantalla no debe ser denostada. De hecho, la cinta dirigida por Delbert Mann obtuvo un Globo de oro a la mejor película para televisión y un Emmy por su excelente trabajo de edición.
Pero la historia de Remarque no solo ha recalado en el séptimo arte. Tenemos también una canción con el título de la novela incluida en el álbum de Elton John Jump Up! de 1982, una adaptación radiofónica para la BBC y una novela gráfica de 1952 como parte de la colección Clásicos Ilustrados.
El interés suscitado por el libro sigue vigente en nuestros días gracias a la universalidad de la historia que en él se cuenta.
Una historia universal
Desgraciadamente, la violencia es inherente a la naturaleza. Lo que en los animales es una forma de supervivencia justificada, en los seres humanos se ha convertido en un sinsentido fraticida. El exponente más explícito de esta forma de violencia son las guerras, siempre presentes en nuestra sociedad. Por eso, el mensaje de Sin novedad en el frente continúa tan vigente como siempre y sigue conectando con las nuevas generaciones.
Aunque el contexto histórico se sitúa en la Primera Guerra mundial, es extrapolable a cualquier otro conflicto bélico. Los jóvenes obligados a ir al frente, la propaganda, las pérdidas, las dudas o el miedo son sufrimientos comunes a todos ellos.
La historia funciona más allá del contexto bélico porque el viaje emocional de su protagonista es tan reconocible que en seguida empatizamos con él. Sin darnos cuenta, somos arrastrados irremisiblemente hacia su infierno.
La actualización visual del clásico
Si sois seguidores de Soy de cine, sabréis que siempre hablamos de los remakes en términos de necesidad o justificación. Ante una nueva versión de algo ya contado siempre nos preguntamos si era necesario volver a visitar la misma historia o si aporta algo nuevo a su universo.
Es cierto que Sin novedad en el frente no es exactamente un remake de películas anteriores sino una nueva adaptación de una novela pero aún así, ese tipo de preguntas siguen teniendo sentido.
En este caso, la película de Edward Berger sale airosa. Aunque la película de 1930 era un portento visual teniendo en cuenta los medios de una industria a caballo entre el mudo y el sonoro, la producción de Netflix es todo un espectáculo.
La recreación del frente Occidental es soberbia y el diseño de producción brilla con luz propia. Podemos sentir en nuestra propia piel el barro por el que se rebozan y las bombas que estallan a nuestro alrededor.
La película es toda una experiencia inmersiva que nos hace terminar agotados tras sus dos horas y medias de metraje.
Nuestra valoración
Sin novedad en el frente de Edward Berger es la tercera adaptación de la novela del mismo nombre publicada en 1929.
La universalidad de los temas que trata y la vigencia de un contexto bélico familiar a cualquier generación hace que la historia siga funcionando casi cien años después.
La dirección es impecable, el diseño de producción, soberbio, y las actuaciones son efectivas y convincentes.
La película es un descenso a los infiernos, una inmersión total en la futilidad de la guerra y un intenso ejercicio antibelicista que no decepcionará a los amantes del género.
