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Cine slasher: historia, características y mejores películas

Un viaje a través de uno de los subgéneros del terror más queridos por los fans

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¿Alguna vez has escuchado el término slasher? Como ya te contamos en el artículo los subgéneros del terror, el horror cinematográfico tiene multitud de ramificaciones. El cine lleva más de cien años asustándonos con monstruos, alienígenas, espíritus o asesinos despiadados.

Vamos a centrarnos en este último grupo por su enorme influencia en la cultura popular más allá del ámbito cinematográfico. Freddy Krueger, Jason Voorhees, Michael Myers, Gohstface, Leatherface, Chucky o Jigsaw son personajes de gran personalidad, atractivos para los amantes del género, con motivaciones y métodos diferentes pero con una característica común: su instinto asesino.

En los orígenes del cine, el terror y la muerte venían de la mano de criaturas monstruosas, productos de experimentos científicos fallidos o seres que venían de lugares desconocidos. La fascinación y el miedo que la sociedad sentía por los asesinos en serie empezó a girar la balanza hacia un nuevo tipo de villano. No hay nada más terrorífico que alguien parecido a nosotros, capaz de camuflarse en lo cotidiano y esconder su inclinación violenta hasta que es demasiado tarde.

Vamos a hacer un repaso por el slasher, su historia y sus películas y personalidades más influyentes del género.

Los orígenes del slasher

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Nada surge de manera espontánea. Cualquier evento histórico o manifestación artística es producto de un proceso y un contexto específicos.

Desgraciadamente, la insana fascinación del ser humano por lo violento no es nada nuevo. Cuando los emperadores romanos juntaban a un grupo de gladiadores obligados a matarse entre ellos delante de una audiencia por entretenimiento, estaban dirigiendo una especie de cruento slasher.

La novela negra, las obras teatrales del Grand Guignol en París, las películas de la Hammer en Londres en los años sesenta, la Psicosis de Hitchcock, el giallo italiano o el cine de explotación fueron algunos de los pasos previos de un género que vivió su época dorada de finales de los setenta a mediados de los ochenta.

La época dorada del slasher

John Carpenter llegó para dirigir unos de los slasher más taquilleros de la historia. Aprovechando el interés suscitado por el estreno en cines menores de La matanza de Texas unos años antes, el director neoyorkino escribió junto a Debra Hill, Halloween.
La película nos contaba la historia de Michael Myers, un psicópata que escapaba de un centro psiquiátrico en el que había sido encerrado de niño por asesinar a su hermana.

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Los principales estudios se negaron a distribuir la película en un primer momento, obligando a Carpenter a exhibirla en solo cuatro cines de la ciudad de Kansas. El boca a oreja de los que asistieron a la producción acabó llegando a los organizadores del festival de Chicago que decidieron proyectarla.

Un éxito inesperado

La película acabó funcionando tan bien en taquilla que, sin proponérselo, estableció las nuevas normas del género: un asesino psicópata que acosa a un grupo de adolescentes en un lugar remoto y en el que solo sobrevive la chica que reniega de las prácticas sexuales, la bebida y las drogas. Normas que daban significado al slasher.

En los años posteriores a su estreno de 1978, se produjeron decenas de películas similares que intentaron, sin conseguirlo, repetir la fórmula que tanto dinero le había dado a Carpenter.

Aún así, de esta época son varias de las producciones que alcanzaron, posteriormente, su estatus de película de culto. Hablamos de Tourist Trap, When a stranger calls, Friday 13th, Prom night o Maniac, que se proyectaron con solo un par de años de diferencia.

Sin embargo, la saturación del mercado hizo que el interés inicial fuera decayendo hasta relegar a los slasher a ser distribuidos, en su mayoría, directamente a vídeo.

Final girls y Scream Queens

Hay dos figuras cinematográficas ligadas al terror y, más específicamente, al slasher que han dado para mucho debate. Nos referimos a las Scream Queens y a las Final Girls (a las que dedicamos un episodio en nuestro podcast).

Ya en la época del cine mudo tenemos ejemplos de damiselas en apuros que gritan aterrorizadas. Nos referimos a películas como The Cabinet of Dr. Caligari o Nosferatu.

Tuvimos que esperar unos cuantos años para que esas bocas desencajadas de terror empezaran a producir sonido. Una de las primeras a las que oímos gritar a pleno pulmón fue a Fay Wray, perseguida por King Kong, el gorila gigante más famoso de la historia del cine.

Sin embargo, los conceptos de Scream Queen y Final Girl han ido variando y actualizándose con los tiempos. Las doncellas asustadas que esperaban a ser rescatadas han ido tomando la iniciativa y pasando al contraataque.

Evolución

Esta evolución la podemos ver claramente en el desarrollo de algunos personajes dentro de una misma franquicia. Jamie Lee Curtis recogía el relevo de su madre Janet Leigh (Psicosis) para dar vida a Laurie Stroden y convertirse en la primera gran reina del grito del slasher. Sin embargo, su actitud pasiva en el primer Halloween no tiene nada que ver con su capacidad de reacción proactiva en el relanzamiento de la franquicia en 2018.

Otra evolución evidente es la del personaje interpretado por Neve Campbell en Scream. Sidney Prescott va ganando confianza y entereza a medida que se van sucediendo las películas de la saga. Estos ejemplos de Scream Queen también entrarían en la categoría de Final Girl.

El término Final Girl fue acuñado por Carol J. Clover en su libro de Men, Women, and ChainSaws: Gender in the Modern Horror Film de 1992. En él analiza el papel de la mujer en el slasher, desde un punto de vista feminista, comparándolo con el papel de la mujer en el contexto social en el que se grabaron las películas.

Salvo contadas excepciones, como la del Evil Dead de Sam Raimi en la que usó un final boy (Bruce Campbell), las películas de terror han optado siempre por dejar para el final a un personaje femenino.

Las películas slasher más influyentes del género

¿Cuáles son las mejores películas slasher? A continuación te hablamos de las más influentes del género.

Psycho (1960)

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Joseph Stefano adaptó para el cine la novela del mismo nombre que acababa de escribir el norteamericano Robert Bloch.

Tras las cámaras, el genio de los genios Alfred Hitchcock hizo obrar su magia. Una película que se encuentra en prácticamente todas las listas de obras maestras del cine y que sirvió de referente para muchos slasher años después.

Un asesino con un cuchillo, un lugar apartado, una Scream Queen, un tono sexual implícito y la banda sonora compuesta por Bernard Herrmann, son algunos de los elementos que imitarían directores posteriores como Carpenter, Craven o Cunningham.

Black Christmas (1974)

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De esta película canadiense dirigida por Bob Clark se hicieron dos remakes. El primero en 2006 y el segundo en 2019.

Una película ninguneada en su momento pero que usó algunos elementos en el género que luego serían recurrentes: las hermandades universitarias y los acosos telefónicos.

La película está inspirada en una extraña mezcla de la leyenda urbana sobre una niñera que recibe una llamada desde el piso de arriba mientras está cuidando a unos niños y una serie de asesinatos reales ocurridos en la ciudad de Quebec.

La matanza de Texas (1974)

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La película de Tobe Hooper levantó un gran revuelo por su contenido violento. Varios cines dejaron de proyectarla en respuesta a las protestas que provenían de algunos sectores de la sociedad de la época. También fue censurada en un gran número de países.

Sin embargo, su icónico villano con su máscara de piel y su sierra eléctrica consiguió salir airoso en taquilla y se convirtió en uno de los personajes más emblemáticos del cine de terror.

Hooper cogió algunos elementos del carnicero de Plainfield (Wisconsin), Ed Gein, cuya casa estaba decorada con pieles y huesos humanos de los cuerpos que desenterraba del cementerio.

Uno de los elementos más polémicos que acompañó al estreno de la película es el anuncio que hacía el propio director sobre que los hechos que aparecían en pantalla estaban basados en una historia real. En palabras del propio Tobe Hooper, era real que el ser humano era capaz de las mayores atrocidades. Por eso, no era mentira que la cinta se inspiraba en hechos reales de algún modo.

Halloween (1978)

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Durante el festival de cine de Milán de 1976, el productor de cine independiente Irwin Yablans se acercó a Carpenter y le propuso realizar una película sobre un psicópata acosador de niñeras. Carpenter aceptó tras asegurarse de que le dejarían tener el control creativo de la cinta. La historia empezó a desarrollarse bajo el nombre de The Babysitter Murders hasta que el propio Yablans propuso situar la historia en la noche de Halloween.

Bob Clark, el director de Black Christmas, contaba en una entrevista cómo Carpenter se había dirigido a él para preguntarle sobre una posible secuela de su película. La influencia de la cinta de Clark en el trabajo de Carpenter es palpable como lo son otros referentes del género.

El guión, coescrito con su pareja de entonces Debra Hill, estuvo listo en solo tres semanas. El poco dinero que tenían se destinó a la contratación del veterano actor Donald Pleasence. Por ese motivo, tuvieron que completar el reparto con actores desconocidos. Jamie Lee Curtis no estaba entre las primeras elegidas. Cuando Debra Hill, que también producía la película, se enteró de que Curtis era la hija de Janet Leigh decidió contratarla con la idea de que daría publicidad gratuita a la película.

El resto es historia. Una de las franquicias de terror más rentables de la historia que, después de trece películas, sigue más viva que nunca.

Friday 13th (1980)

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Cuando Sean S. Cunningham se puso detrás de las cámaras para rodar Viernes 13, no imaginaba que estaba empezando una de las franquicias más prolíficas del cine de terror. Nada menos que doce películas, incluyendo un crossover con Pesadilla en Elm Street. La última, estrenada en 2009.

Además, si la franquicia de Freddy Krueger contaba con un joven Johnny Depp que empezaba a dar sus primeros pasos en la industria, Viernes 13 le daba uno de sus primeros papeles a otro grande del cine, Kevin Bacon.

La película había empezado a desarrollarse bajo el nombre de A Long Night at Camp Blood. Cuando finalmente se decidieron por Viernes 13 y empezaron a anunciarla en distintos medios, descubrieron que existía una película anterior llamada Friday the 13th: The Orphan. La productora tuvo que pagar para adquirir los derechos y evitar denuncias posteriores.

El director, que había trabajado con Craven en The last house on the left, quería que Viernes 13 fuera aún más impactante. La historia y las llamativas escenas de violencia, gracias al trabajo del genio de los efectos especiales Tom Savini, llamaron la atención de Paramount Pictures. La productora, consciente del éxito que había tenido Halloween en términos económicos, decidió distribuir la película en Estados Unidos. Así, la cinta de Cunningham se convirtió en la primera película de terror independiente distribuida por uno de los grandes estudios.

A Nightmare on Elm Street (1984)

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Según los estudiosos del género, Freddy no solo mató adolescentes mientras dormían. También mató al slasher clásico, acabando con su época dorada.
Craven alteró las normas incluyendo el elemento mágico. El villano ya no era un tipo corriente armado con un cuchillo. Ahora era un ser sobrenatural, capaz de introducirse en las pesadillas de sus víctimas.

Como te contamos en nuestro episodio especial sobre la saga, Craven concibió la película como una única cinta. Sin embargo, New Line Cinema no estaba dispuesta a dejar escapar la oportunidad de explotar al icónico personaje.

Tras el enfado de Craven al ver lo que Jack Sholder había hecho con su criatura, el director decidió involucrarse en la tercera entrega. Para muchos, la mejor de la franquicia. Su idea inicial fue rechazada por la productora. Esa idea era hacer que Freddy apareciera en el mundo real, consiguiendo desdibujar los límites entre realidad y ficción.

Aunque Dream Warriors acabara siendo una historia totalmente diferente, Craven pudo desarrollar esa premisa varios años después en Wes Craven’s New Nightmare.

Scream (1996)

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Si a Craven le acusaron de acabar con el slasher clásico con A Nightmare on Elm Street, también le dieron el mérito de revitalizarlo, unos años después, con Scream.

El guion escrito por un desconocido Kevin Williamson estaba lleno de referencias cinematográficas. Por primera vez, las víctimas eran conscientes de las reglas del género. Una serie de jóvenes que han crecido viendo slashers y que, por lo tanto, conocen los patrones por los que se mueven los asesinos.

El resultado es una metapelícula que homenajea y parodia por igual a los clásicos del cine de terror y que puso en el foco a una nueva Scream Queen, Sidney Prescott, a la que daba vida la canadiense Neve Campbell. Te invitamos a escuchar nuestro episodio especial en el que te contamos todas las curiosidades sobre la franquicia.

Los Slasher recientes

Craven había ayudado a poner los cimientos del slasher con The last house on the left (1972) y The hills have eyes (1977). Ambas producciones alcanzaron tiempo después el estatus de películas de culto pero lo cierto es que no fueron rentables en su estreno.

Con Scream, el director supo darle una vuelta de tuerca a las reglas que él mismo había usado en sus películas y de las que era gran conocedor, revitalizando el género y dotándolo de una nueva dimensión. Gracias a él, el slasher volvía a estar en primera línea. Se demostraba que seguía teniendo su público y que seguía siendo rentable para las productoras.

Sin ir más lejos, recientemente hemos asistido a varios estrenos que demuestran que el slasher sigue vigente. Hablamos, por ejemplo, de la trilogía de Fear Street, de la nueva versión de Candyman o de la última película de James Wan, Malignant. Además de Halloween Kills y Halloween Ends (la decimosegunda y decimotercera de la franquicia) y la quinta entrega de Scream (la primera sin Craven, fallecido en 2015).

Slashers españoles

También existen películas slashers españolas que vale la pena recordar.

Tuno negro (2001)

La película, dirigida a cuatro manos por Pedro L. Barbero y Vicente J. Martín, seguía las normas del slasher norteamericano a rajatabla.

Un tuno que asesina a universitarios es de por sí una premisa más cómica que terrorífica y es que si en algo destaca la película es en un cierto sentido del humor autoconsciente.
La cinta está plagada de caras conocidas: Silke, Jorge Sanz, Fele Martínez, Maribel Verdú y Eusebio Poncela.

School killer (2001)

Este slasher dirigido por Carlos Gil, contaba con el gran Paul Naschy y una joven Manuela Velasco. La actriz, se convertiría seis años después en una de las caras más conocidas del terror español gracias a su papel de Ángela Vidal en REC.

Un grupo de jóvenes, un colegio abandonado y un terrible asesino. La película juega sobre seguro, usando los elementos clásicos pero tiene un giro de guion interesante que la hace merecedora de estar en nuestra lista.

Rojo Sangre (2004)

Escrita y protagonizada por Paul Naschy, la película dirigida por Christian Molina era todo un alegato contra la televisión basura.
Terror y comedia negra se dan cita en esta historia de un actor veterano que, cansado de ser ninguneado, decide acabar con la mediocre competencia que campa a sus anchas en la caja tonta.

La monja (2005)

Basada en una historia de Jaume Balagueró (Los sin nombre), La monja es una película producida por la Fantastic Factory y dirigida por el prolífico editor Luis de la Madrid.

En ella, un grupo de jóvenes deben lidiar con una serie de asesinatos que parecen estar relacionados con una monja con la que todos tuvieron relación en el pasado.

Los inocentes (2013)

Presentada en Sitges en el año 2013, la película, dirigida de manera conjunta por doce alumnos de la ESCAC (Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña), nos contaba la historia de un grupo de personas en un albergue abandonado.

El resultado es una cinta muy consciente de su naturaleza, que no tiene más pretensión que homenajear a las películas del género y hacernos pasar un rato entretenido.

Recomendaciones de slasher algo peculiares

Acabamos con tres debilidades de esas que cuesta admitir. Son películas que no cuentan con el favor de la crítica. Diría que ni siquiera cuentan con la del público mayoritario pero que a nosotros nos parecen muy disfrutables.

Haute Tension (2003)

La película de Alexandre Aja tiene muchas cosas cuestionables y un final bastante anticlimático pero tiene uno de los ritmos más trepidantes del género. Como su título anticipa, la cinta no te da un solo respiro durante los noventa minutos de metraje.

En este slasher francés, dos amigas van a pasar unos días en una casa de campo para poder estudiar sin interrupciones. La cosa se tuerce hasta convertirse en un desmadre violento sin pausa.

Partes de la película fueron censuradas en Estados Unidos para evitar que obtuviera la calificación por edades de mayores de dieciocho. Además, la película aparece en la lista de la revista TIME de las diez películas más ridículamente violentas. Su estreno estuvo acompañado de mucha polémica.

Identity (2003)

Inspirada ligeramente en la novela de Agatha Christie And Then There Were None, la película de James Mangold cuenta la historia de diez desconocidos que se ven obligados a pasar la noche en un hotel de carretera por culpa de una inesperada tormenta.

La trama tiene un giro bastante original y, además, cuenta con actores y actrices muy conocidos, algo poco habitual en el género. En la cinta comparten pantalla John Cusack, Ray Liotta, Amanda Peet, Alfred Molina, Clea DuVall y Rebecca De Mornay.

Final girls (2015)

En un giro de tuerca más a la idea que Craven nos presentaba en Scream, esta comedia negra de Todd Strauss-Schulson, nos presenta a un grupo de jóvenes que se meten dentro de una película de terror. No solo son conscientes de las reglas del género sino que conocen el argumento de la película en la que están inmersos.

La producción es toda una carta de amor a los slasher estadounidenses de los 80 y fue injustamente tratada. Tras un paso fugaz por algunos cines, Final Girls fue distribuida mayoritariamente en vídeo.

Si has llegado hasta el final es que eres tan fan del género slasher como nosotros. A lo largo de la historia, este subgénero del terror ha tenido momentos de gloria y momentos difíciles, ha sido criticado, atacado pero también alabado. Lo único incuestionable es que siempre ha estado presente y lo seguirá estando. ¡Larga vida al slasher!

Nacido en Las Palmas. Licenciado en filología inglesa. Autor del libro de relatos "Siluetas" y de las novelas "Las sombras que fuimos" y "Los alterados". Cocreador de la página de cine B Entre ninjas y lagartos. Actualmente reside en Maine (EEUU)