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Críticas de cine

Crítica de The Royal Game, de Philipp Stölz

El aleman Philipp Stölz adapta para la gran pantalla la novela póstuma de Stefan Zweig

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5/5

De The royal game es la nueva adaptación al cine de Novela de ajedrez, obra del austriaco Stefan Sweig. En esta ocasión el encargado de dirigir la cinta es Philipp Stölz (El médico, 2013). El trio protagonista lo componen Oliver Masucci (Ha vuelto, 2015), Albrecht Schuch (Berlin Alexanderplatz, 2020) y Birgit Minichmayr (El perfume, 2006).

The Royal Game es un juego de reyes

TRAILER DE THE ROYAL GAME | ALFA PICTURES

En The Royal Game, El señor Josef Bartok, notario y dueño de una discreta asesoría jurídica de Viena, escapa de la Europa nazi rumbo a Nueva York. Durante el viaje, al personaje le afloran continuamente las visiones de su ya lejana vida en Viena y de cómo su despreocupada existencia se vio radicalmente truncada por la ocupación nazi de Austria.

La Gestapo sospechaba que el señor Bartok colaboró durante años con la realeza austriaca manteniendo a salvo su patrimonio y gestionando sus finanzas. Por esta razón es arrestado y recluido en una habitación del hotel vienés Metropol. Allí será interrogado por la Gestapo hasta que facilite el paradero de los bienes e inmuebles de los que él era el albacea.

El aislamiento al que fue sometido hizo mella en su mente. Acabó perdiendo la cordura, el sentido del espacio y del tiempo, una fina prisión que acabó por alterar su mente para siempre. Solo un libro sobre jugadas de ajedrez, robado durante un interrogatorio, permitió al señor Bartok mantener su mente distraída y alejada del abismo de la demencia. Aunque el ajedrez le salvó de la soledad, también genero en él una desquiciada fijación. Una obsesión por el juego de reyes que le asaltaría nuevamente durante su viaje a EE.UU.

Más que un juego

Estamos ante una nueva adaptación al cine de la ya mencionada Novela de ajedrez del austriaco Stefan Sweig. La primera adaptación fue Juego de reyes (Gerd Oswald,1960), con un guion adaptado y con poco parecido a la trama original de la novela. Aunque con ligueros matices en cuanto a la narración de la historia y algún personaje extra que en la novela no aparece, The royal game es una fiel adaptación del libro de Sweig. Y no es tarea menor. Ya no por la historia magistralmente narrada por el genio austriaco y su posible pérdida de identidad y detalles en su salto al celuloide. Más bien por la extensión de la misma. Conseguir una cinta de casi dos horas con apenas 90 paginas de novela, sin caer en la degeneración total de la historia original y sin que resulte tediosa, es un muy buen trabajo. Se agradece enormemente.

Ya en la novela se aprecia perfectamente que el ajedrez es un elemento más de la historia, no solo un juego. Capitaliza la vida de los de personajes. Les conduce a creer que la vida no es más que un tablero con 64 escaques blancos y negros sobre los que se mueven parsimoniosamente 32 figuras de madera. Una obsesión, una forma de vida para mentes particularmente predispuestas para la batalla mental y el desafío táctico que propone.

La lógica del ajedrez

Todo el tacticismo y la disciplina propios del ajedrez se ven reflejados en la situación personal de los protagonistas. La película consigue captar esos elementos y representarlos muy bien en el enfrentamiento entre el señor Bartok (Oliver Masucci) y el intendente de la Gestapo en viena (Albrecht Schuch). Siendo un símil a escala más pequeña del enfrentamiento de la Alemania nazi con resto de Europa que tornaría en guerra mundial. Tablero de ajedrez, sala de interrogatorios o la geografía europea, campos de batalla entre oponentes dispuestos a desgastarse mutuamente en el plano psicológico, hasta alcanzar la victoria.

Es importante reseñar la lectura que se ve en la cinta sobre el peligro del fanatismo y la obsesión. Como algo saludable y divertido, puede convertirse en un problema grave con consecuencias poco deseables. También es interesante ver cómo el encierro prolongado, la falta de compañía humana, la desconexión total con el mundo, resulta más dañina que cualquier agresión física.

The royal game

Con una buena historia de por medio, una película puede resultar siendo notable. Pero necesita el acompañamiento del resto de elementos cinematográficos. En The royal game se dan cita todos ellos.

Un guion a la altura de la historia original, con elementos muy sutiles añadidos en favor de la cohesión de la película. Un gran montaje, muy relevante a la hora de jugar con la historia presente del protagonista y sus recuerdos. Fotografía muy sobria, especialmente en las escenas del encierro en la habitación del hotel. Un perfecto diseño de vestuario, adecuado al contexto histórico. La dirección a cargo de Philipp Stölz es comedida, sin florituras, al servicio de la historia y de los protagonistas. Y por ultimo el plantel de actores, de cantera alemana y austriaca. Donde destaca Oliver Masucci, con una transición perfecta de su personaje, de adinerado bon vitant a preso desgarrado mentalmente. El otro protagonista, Albrecht Schuch consigue ser un digno rival interpretativo para Masucci, representando a dos personajes distintos en la cinta (sin spoilers).

Un buen saber hacer por parte de todos los implicados, con una base solida que es la propia historia original de Sweig, Con un guiño por parte del director al propio Stefan Sweig. Ya que a mi parecer uno de los personajes interpretados por Albrecht Schuch, está caracterizado o se parece mucho a Sweig. Buena novela no siempre es sinónimo de buena película, pero The royal game cumple con la norma. Muy notable adaptación de la obra corta de Stefan Sweig, publicada póstumamente, que invita a adentrarse en la obra del escritor austriaco y ese mundo de ayer ya tan desdibujado.

Disfruto viendo películas, comentándolas con la gente y ahora también escribiendo sobre ellas

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