Críticas de cine
The stranger: un efectivo thriller intimista
La película está basada en un crimen real que sacudió Australia en el año 2003 y que tardó casi ocho años en resolverse.
El australiano Thomas M. Wright escribe y dirige The stranger, un thriller psicológico cocido a fuego lento.
La película está basada en un crimen real que sacudió Australia en el año 2003 y que tardó casi ocho años en resolverse.
La cinta tuvo su estreno mundial en la sección Un Certain Regard de Cannes y aterrizó en Netflix tras su breve paso por los cines australianos.
El enfoque de The stranger
Cuando la familia implicada en el caso real en el que se basa The stranger tuvo noticias de que Thomas M. Wright estaba trabajando en la película, reaccionó de manera negativa.
En una reunión inicial, el director les explicó que el apellido de la familia no aparecía en ningún momento en el guion que estaba escribiendo y la cosa pareció calmarse. Sin embargo, el hecho de que se usara el suceso real para promocionar la cinta volvió a abrir viejas heridas.
Polémicas aparte, la historia que fabrica Thomas M. Wright se centra en los acontecimientos que sucedieron años después del crimen. El asesinato en sí nunca aparece en pantalla lo que para nosotros es todo un acierto. Algo que también valoramos en la reciente Till, que al igual que The stranger, lidia con un asesinato real.
La película huye de melodramas y sensacionalismos para centrarse en el duelo actoral de sus dos protagonistas y construir un thriller que va dejando migas de pan hasta su resolución final.
Thriller de autor
Todos los géneros cinematográficos derivan en una cantidad de subgéneros que, aunque se sustentan en algunas de las reglas generales, aportan distintas variaciones que les hacen merecer su propia categoría. Ya escribimos un artículo en Soy de cine sobre los subgéneros del terror que os invitamos a visitar.
En los thriller sucede lo mismo. Aun partiendo de una premisa inicial: crear una atmósfera de suspense que suele resolverse en los minutos finales, el género puede aparecer combinado con el terror, la ciencia ficción y un largo etcétera.
The stranger es un thriller sustentado en la gran construcción de su atmósfera y en la relación, a corta distancia, de sus personajes. Podríamos considerarlo un thriller intimista, más cercano a lo emocional y al drama que a la adrenalina.
La claustrofobia de The stranger
Todo contribuye a convertir The stranger en una experiencia claustrofóbica. El ritmo pausado que te va envolviendo, el uso de la luz (o más bien la ausencia de ella), los espacios cerrados o el uso de la cámara en favor de los planos cercanos.
El guion de Thomas M. Wright nos va proporcionando, además, las pistas justas para tenernos en tensión, conscientes de que algo definitivo puede pasar en cualquier momento pero sin saber muy bien qué está ocurriendo realmente.
Wright maneja magistralmente el tempo de un metraje que se va abriendo ante nosotros como si iluminásemos las distintas partes de una habitación oscura con una linterna.
Una película actoral
Todo el peso de la película recae sobre los hombros de Sean Harris y Joel Edgerton. A este último lo hemos podido ver formando parte del universo Star Wars en películas y series, además de en otras cincuenta producciones entre las que también se incluyen tareas de producción y dirección. Hablamos de películas tan notables como La noche más oscura (Bigelow. 2012), Animal Kingdom (David Michôd. 2010) o Identidad Borrada (Edgerton. 2018).
Harris es también un veterano y un rostro muy reconocible en la industria. Ganador del premio otorgado por la Academia Británica de televisión, el actor ha actuado en Prometheus (Ridley Scott. 2012), The King (David Michôd. 2019) y un par de entregas de Misión Imposible.
The stranger los pone frente a frente dentro de una organización criminal a la que Edgerton le da la bienvenida a Harris, el recién llegado. Sus actuaciones contenidas y la ambivalencia de sus personajes contribuyen a crear esa sensación de olla a presión a punto de explotar.
Nuestra valoración de The stranger
Thomas M. Wright nos regala una pequeña joya con The stranger. El director australiano demuestra que no es necesario manejar un gran presupuesto para construir un thriller efectivo.
El guion de Wright dibuja a la perfección unos personajes difíciles de descifrar para el espectador provocando un clima de tensión sustentando en sus relaciones, con la cámara siempre cercana a ellos sin concederles espacio ni tregua.
The stranger es una película oscura, intimista y algo claustrofóbica en la que destacan las grandes actuaciones de su pareja protagonista y un final más que satisfactorio.
La película de Wright es una de de esas pequeñas producciones que terminan sepultadas bajo otras con más fuego de artificio pero mucho menos disfrutables.
