Críticas de cine
Critica de Titane, de Julia Ducournau
Aguda, viva y, quizá, necesaria.
Titane, la nueva cinta de Julia Ducournau, llegará a nuestras salas el próximo 8 de Octubre. Tras haber podido verla en el Festival de Cine de San Sebastián queremos contaros nuestras impresiones acerca de la que promete ser una de las películas más sonadas del año.
Titane es una película atrevida, salvaje, retorcida, y a la vez inexplicablemente preciosa que toma prestadas algunas características de la Nouvelle Vague sin dejar de apostar por lo nuevo. Una cinta visceral, al igual que lo fue la ópera prima de la directora francesa Julia Ducournau, Crudo. Es difícil hablar de las sensaciones que llega a provocar una película como esta, es de esos filmes que te dejan trastocado y que te mantienen expectante sin levantar la vista de la pantalla, esperando un clímax que, por supuesto, se hace de rogar, pero que acaba llegando. Titane es una película que provoca demasiadas, demasiadas cosas. Un cóctel explosivo que mezcla diferentes géneros y que no dejará indiferente a nadie.
Sinopsis de Titane
Tras un arranque en el que somos testigos de un accidente de trafico, conocemos a la que será nuestra protagonista: Alexia (Agathe Rouselle). A ella acaban por implantarle una placa de titanio en la cabeza debido a este incidente. Tiempo después, y con una cicatriz descomunal en uno de los laterales de su cabeza, Alexia se convierte en una famosa bailarina de eventos automovilísticos. Pero esto no es todo, además de esa relación afectiva que ya mantiene desde niña con los coches, Alexia se ha convertido en una voraz asesina. La policía le pisa los talones, por lo que decide convertirse en Adrien, un niño que llevaba años desaparecido. Es entonces cuando aparece el papá del niño, Vincent (Vincent Lindon) que por encima de todo, desea ejercer su labor de padre.
Crítica de Titane
Titane es una auténtica locura, en el momento en el que empezamos a pensar en ella como una cinta macabra en la que seguiremos la historia de una asesina en serie, esta da un giro de 180 grados para hablarnos de las relaciones paterno-filiales. Todo aderezado por un constante mejunje metafórico cargado de fotogramas que se quedarán grabado en la retina del espectador, como las escenas de sexo que tiene Alexia con los coches, o los asesinatos que acabamos viendo en pantalla. En algunos sentidos seguramente recordará a Crash (la buena) del gran David Cronenberg.
Llamas, sangre y aceite de motor se dan cita
Cuando hablamos de cine no solo hablamos de diversión; hablamos de sensaciones y emociones, y eso es lo que más caracteriza a una película como Titane. Seguramente el haber ganado la Palma de Oro en Cannes perjudicará su trayectoria, pues muchos acudirán a ella con las expectativas bastante altas, y hay que andarse con mucho ojo. Creo que es importante acercarse a Crudo antes de ver Titane. La mejor manera de ir conociendo a Ducournau sería ver aquella historia de gente que se convierte en caníbal para encontrarle el punto al cine de esta notable y ya reconocida directora.
La diversidad no forzada
Otro de los temas que toca Ducournou, y que probablemente seguiremos viendo en sus próximas películas, es una fuerte crítica a lo que la sociedad entiende por “normal” en cuanto a las relaciones emocionales. Titane también es una bofetada a los definen el cine protagonizado por mujeres como “la nueva ola” de la inclusión forzada. Su protagonista podría casi definirse como un icono del nuevo género que está surgiendo entre el cine de autor de estas últimas dos décadas, así que toma, doble bofetada.
Una Titán tras las cámaras
Julia Ducournou se reafirma como una de las directoras del momento en un época en la que muchos estamos cansados de las típicas películas de acción, terror o comedia desmesuradas. Titane es un soplo de aire fresco, que cumplirá las exigencias de los que vayan buscando quedarse atónitos mientras observan la pantalla. Una película notable en todos sus apartados, aguda, viva y, quizá, necesaria.
