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Críticas de cine

Un año, una noche: Superar los traumas no siempre es fácil

Isaki Lacuesta nos brinda una realización poética

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4/5

El 21 de octubre llega a las salas de cine Un año, una noche, la nueva película de Isaki Lacuesta que cuenta en su reparto con Nahuel Pérez Biscayart, Noémie Merlant, Quim Gutiérrez y Alba Guilera, con la colaboración de Natalia de Molina y C. Tangana.

A través del Festival de cine de San Sebastián, en Soydecine.com ya hemos podido verla y, en este artículo, queremos hablarte de esta interesantísima cinta.

Tráiler y sinopsis de Un año, una noche

TRÁILER DE UN AÑO, UNA NOCHE | TRÁILERS Y ESTRENOS

“Un año, una noche” es la historia de Ramón y Céline, una joven pareja que asiste al concierto de Bataclan la noche del 13 de noviembre de 2015. Durante el asalto terrorista Céline y Ramón logran llegar por separado al camerino de los músicos y se refugian allí durante horas hasta su liberación. Consiguen salvarse, pero al salir ya no son los mismos. Y no saben si podrán volver a serlo.

Esa noche que cada uno vivió de manera diferente deja una profunda huella en sus vidas y les carga con una identidad inesperada de víctimas que cada cual sobrelleva como puede. Céline con una huida hacia delante, rechazándola, aferrándose a su vida previa y Ramón con un volver repetidamente a ese instante, para atraparlo y soportarlo y enfrentarse a una pregunta clave: ¿cómo quiere vivir en adelante?

En el año posterior al atentado, la pareja intenta resincronizarse, volver a estar conectados como antes de aquello que nunca deberían haber vivido.

Crítica de Un año, una noche

Hay dramas que azotan nuestras vidas y la trastocan entera, cosas que no podremos olvidar nunca. Las personas que estaban en la discoteca Batacan en 2015 sin duda tienen algo que le ha marcado mucho a todos ellos y que les ha transformado. “Un año, una noche”, la peícula de Isaki Lacuesta que hemos podido ver en el 70 festival de Donosti, nos habla precisamente del año siguiente de una pareja que está allí aquella noche. La película recoge los testimonios de varias personas que estuvieron, y con todos ellos, crea un relato.

Una situación de base dramática

Un año, una noche tiene un punto de partida dramático, eso es así. Hacer una película sobre este tema lleva consigo la obligación de hablar de traumas, de estrés post-traumático, de como afectan estos suceso a las relaciones… y la película lo hace. Pero no se queda solo en eso, va más allá aportando personalidad a sus protagonistas, haciéndolos complejos de base, interesantes. Dotándoles de realismo. Y esto es muy importante, ya que aunque el drama nos haga preocuparnos por ellos, al ser personajes tan cercanos, el viaje de la película es mucho más satisfactorio.

El guion de Un año, una noche es lo suficientemente inteligente como para saber que la película funcionará mucho mejor si no se queda en contar únicamente los estrago de esa noche, ya que es mucho más efectivo si vemos que le ocurre a personas reales. Se toma su tiempo en explorar a su pareja protagonista, y la verdad es que nos transporta a esa complicidad, a esa rutina, y a las rarezas de cada uno.

La interesante narración de Un día, una noche

Lo más interesante de Un año, una noche para mi, es su narrativa. Como toma como referencia un presente, pero como lo mezcla con la noche en la que todo cambia, y como vuelve a momentos buenos de la relación. El orden no es cronológico, es emocional, y funciona mucho mejor de esta manera. Poder ver un momento muy tierno del pasado tras una discusión, dota ambos momentos de una gran fuerza, y el viaje que hace el espectador es sumamente poderoso. La historia es buena, pero este concepto de realización a convierte en algo más. Hay algunas secuencias que intercalan distintos momentos de la vida de estos personajes que son mágicas, y lo que lo demuestra es que se quedan con nosotros.

Un duo protagonista que funciona

Una película como Un año, una nocheno puede hacerse sin unas interpretaciones sólidas, y Nahuel Pérez Biscayart y Noémie Merlant nos las regalan. Son emocionantes, impredecibles, naturales, cercanas. Nos creemos su relación, sus vidas, sus reacciones, por muy extremas que sean. Eso lleva un gran trabajo de buscar en el interior de uno mismo, de hacerse uno con el personaje. Una maravilla lo que transmiten.

Pero los secundarios también están bien: Quim Gutiérrez, Alba Guilera por ejemplo, como pareja que acompaña a los protagonistas en la fatídica noche, tienen un par de escenas muy buenas, además representando una realidad diferente a la de los protagonistas, lo cual le da pluralidad. También están las cortas apariciones de Natalia de Molina y C. Tangana que aportan la visión de gente que no estuvo, pero también tienen sensaciones al respecto.

Una realización poética

Es cierto que Un año, una noche se basa sobre todo en escenas de corte natural entre sus personajes, pero también se pone poética con la selección de planos, la música… Sin duda son momentos poderosos como las secuencias de montaje que os he mencionado anteriormente. Pero la escena más compleja es sin duda la recreación de la noche del atentado en el Bataclan, una escena llena de drama y caos que consiguen trasladar con mucho realismo y cercanía, como en el resto de la película. Sin mostrar todo lo sangriento que fue, pero si siendo muy respetuoso y certero con los acontecimientos.

Superar los traumas no siempre es fácil

Un año, una noche toma como punto de partida vivencias reales para crear un relato único y sorprendente, cercano y emocionante, con una narrativa que le da una dimensión muy positiva a la película. Dura y tierna, triste y bonita.

Desde pequeño llevaba las cintas de VHS al salón en vez de usar juguetes. Crecí viendo cine, estudié realización y guion. Comparto el cine, mi estilo de vida, en CasadoConElCine. Una película no acaba en la pantalla, continúa en la conversación que crea.