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Crítica de la serie Y: El último hombre
Nuestras primeras impresiones tras haber visto varios episodios de esta esperadísima serie
El pasado 13 de septiembre se estrenó en Estados Unidos Y: El último hombre. Una serie de la que ya te hablamos recientemente, que ha generado muchas expectativas y de la que ya hemos podido ver los primeros episodios.
La serie, que llegará a nuestro país de la mano de Disney +, es una adaptación de la novela gráfica del mismo nombre publicada por Vértigo Comics entre el año 2002 y 2008. La historia, escrita por el veterano Brian K. Vaughan e ilustrada por la canadiense Pia Guerra, fue merecedora de tres premios Eisner y se ha convertido en una obra de culto entre los amantes de las novelas gráficas en todo el mundo.
Brian K. Vaughan
El escritor y guionista nacido en Ohio lleva más de veinte años en el Olimpo del cómic. Desde su primer trabajo para Marvel en el año 1996, no paró de desarrollar historias para los dos grandes. Spiderman, X- Men, Batman o Linterna Verde son algunos de los grandes personajes que han pasado por sus manos.
El creador de historias, comparado con genios de la talla de Frank Miller, Alan Moore, Paul Pope o Steve Niles, pronto decidió que quería crear sus propios personajes. De su cabeza salió Yorick Brown, el protagonista de la post-apocalíptica Y: El último hombre, cuya historia fue publicándose mensualmente durante seis años.
La publicación tuvo tanto reconocimiento que la ABC llamó a su puerta para unirse al equipo de Lost que por aquel entonces caminaba hacia su tercera temporada y necesitaba ideas nuevas y originales.
Después, llegaría Spielberg para pedirle ayuda con la adaptación de la serie basada en la obra de Stephen King, Under the Dome.
Vaughan siguió compaginando la televisión con el cómic y de su pluma llegaba una nueva obra de culto Ex-Machina, que nos contaba en cincuenta entregas la vida de un superhéroe convertido en alcalde de Nueva York tras el 11-S.
Pia Guerra
La ilustradora autodidacta, nacida en Nueva Jersey pero de nacionalidad Canadiense, siempre tuvo muy clara su vocación, quería estudiar medicina. Sin embargo, los cómics se cruzaron en su camino hasta tal punto que abandonó los estudios de secundaria para centrarse en dibujar.
Empezó trabajando en el diseño de cartas para juegos de rol hasta que un día contactó con Vaughan y le pidió una oportunidad para enseñarle sus trabajos. El escritor accedió y, tras un encuentro en San Diego, ambos empezaron a colaborar en el desarrollo de Y: El último hombre.
A partir de ahí, ha diseñado historias de Spiderman, Los Simpson o Dr. Who, y es una dibujante habitual de la revista satírica Mad.
Expectativas con la serie Y: El último hombre
Debemos tener claro a qué nos enfrentamos cuando nos sentamos delante de la pantalla para ver Y: el último hombre por primera vez.
Los puristas del cómic deben saber que la serie desarrollada por Eliza Clark (The killing) no usa la novela gráfica como storyboard, ni sigue al milímetro el desarrollo de la historia ni de sus personajes.
Faltan algunos personajes, aparecen otros que no estaban en la historia original y cambian algunas localizaciones y situaciones personales. También nos encontramos con un asesinato sacado de la manga y otras concesiones narrativas que sorprenderán a los expertos en la novela gráfica. Sin embargo, la esencia está y los personajes principales no desmerecen a su versión en papel.
El propio Vaughan le dio luz verde al primer borrador escrito por Michael Green (American Gods) que acabaría abandonando el barco por diferencias creativas. El guionista fue reemplazado por Eliza Clark, que reescribió los dos primeros episodios. Los diez episodios que suponen la primera temporada han sido todos dirigidos por mujeres en una producción que, por razones obvias, cuenta con un elenco mayoritariamente femenino.
Debemos además tener en cuenta que no se trata de una historia postapocalíptica de acción desenfrenada. En este mundo dominado por mujeres, lo importante es el desarrollo de los personajes y el análisis de una sociedad que debe reinventarse.
Los que vayan esperando un thriller cargado de adrenalina, no pasarán del primer episodio.
Eso no significa que sea una serie aburrida porque no lo es. Simplemente se toma su tiempo y merece que se lo demos. Al menos, de momento. La presentación de los personajes va también acompañada de escenas espectaculares que nos ayudan a hacernos una idea de lo que está por venir: una serie compleja en el desarrollo y con capacidad para asombrarnos visualmente.
El reparto de Y: El último hombre
Entre todos los nombres relacionados con la serie destaca el de la actriz Diane Lane, con más de sesenta películas a sus espaldas. La ecléctica actriz es capaz de ponerse en la piel de la madre de Superman en el blockbuster de Snyder o de ser la actriz del mudo Paulette Godard en la intimista Chaplin de Attenborough.
La acompañan en el reparto rostros menos conocidos para el gran público como Ashley Romans (Shameless), la agente 355, Ben Schnetzer (The Book Thief) como Yorick y su hermana en la ficción Olivia Thirlby (Juno).
Un elenco predominantemente femenino a las órdenes de las experimentadas directoras Destiny Ekaragha (The end of the F world), Louise Friedberg (Deliver Us), Daisy von Scherler Mayer (The Walking Dead), Mairzee Almas (Jessica Jones), Cheryl Dunye (Lovecraft Country), Karena Evans (Gossip Girl) y Lauren Wolkstein (Queen Sugar).
Crítica de Y: El último hombre, la serie
Tras más de seis años esperando este Y: The last man, podemos decir que la espera ha merecido la pena.
Trece años después de que Brian K. Vaughan publicase el último número de su novela gráfica, FX estrena esta serie post apocalíptica en la que cualquier ser vivo con un cromosoma Y es abocado a la muerte.
En esta nueva sociedad dominada por mujeres, el único superviviente masculino es Yorick Brown, un joven apático, sin las ideas claras y dependiente del dinero de sus padres.
Una premisa interesante, fiel al cómic, en la que los personajes están muy bien definidos. La serie se permite algunas alteraciones con respecto al material original pero es capaz de mantener el tono y la esencia de la novela gráfica.
De momento, la serie es capaz de equilibrar el desarrollo psicológico de los personajes con escenarios visualmente llamativos y escenas de supervivencia al límite. Lo que hemos visto tiene muy buena pinta pero esto acaba de empezar. Deseémosle larga vida a Y: the last man y recemos para que no lo estropeen.
